
La torrija es el dulce más típico de la Semana Santa
Málaga
Las pastelerías malagueñas en las que endulzar la Semana Santa disfrutando de sus torrijas
La Academia Gastronómica de Málaga ha elegido ocho establecimientos de la provincia donde este tradicional postre es uno de sus productos estrella
Pocas cosas alivian más un viernes de cuaresma, con su correspondiente ayuno y abstinencia de por medio, que saborear una buena torrija. De hecho, se cree que esta es la causa por la que, allá por el siglo XVI, se popularizó este postre durante la Semana Santa, el cual estaba pensado en un principio para aliviar a las parturientas tras dar a luz y favorecer así su recuperación.
Sin embargo, sus orígenes más puros se remontan al siglo I D.C; con el gastrónomo romano Marcus Gavius Apicius como artífice de la primera receta de las antiguas torrijas, una elaboración con ciertas variaciones en sus ingredientes y preparación.
La que ha llegado hasta nuestros días, basada en pan duro, huevos, azúcar, leche o vino, cuenta con cinco siglos de tradición, aunque en los últimos tiempos se ha experimentado mucho en cuando a ingredientes se refiere, cambiando principalmente el pan, la base de cualquier torrija.
Los expertos de la Academia Gastronómica de Málaga han seleccionado ocho pastelerías de la provincia en las que disfrutar de este sabroso manjar durante lo que queda de Cuaresma y la Semana Santa sin miedo a perder la línea.La Confitería Daver, fundada en Ronda en 1942, es una de las clásicas e imprescindibles. Sus torrijas se elaboran con pan brioche, sumergiéndolo en una mezcla a partes iguales de leche y vino dulce de Málaga, que le aporta el dulzor y los matices necesarios sin añadirle canela o cítricos. Cada una de las torrijas queda recubierta por una yema tostada con un crujiente dorado que la convierte en una de las mejores de la provincia.
Otra institución en la ciudad de Málaga es la Confitería Aparicio, de la que, además de sus torrijas, son famosas sus larguísimas colas. El postre típico de estas fechas lo elaboran con la misma masa del roscón de Reyes, un bollo dulce con un toque de naranja y azahar de elaboración propia, y lo rellenan de crema pastelera. Como colofón, bañan cada torrija en vino moscatel antes de freírlas.
En Pastelería Ortiz utilizan el pan normal de su propia panadería y rellenan sus creaciones de crema o nata, mientras que en Ignacio Mira emplean un brioche fabricado en sus hornos y lo empapan con una mezcla de leche, vino dulce Málaga Virgen y huevo, que infusionan con canela y piel de limón. Tras freírlas, las rebozan en azúcar o en miel, según el gusto del consumidor. Para los grandes amantes de este postre, elaboran un helado de torrija para disfrutar de su sabor durante todo el año.
Confitería Tejeros también fabrica su propio pan de brioche, que rellenan de crema y lo empapan en una mezcla de leche y vino dulce de Málaga. En Panadería Salvador apuestan por lo tradicional y las preparan con vino dulce, canela y un toque cítrico, rebozándolas con miel o azúcar. En El Colmenero también apuestan por los cítricos y la canela y elaboran sus torrijas en distintos tamaños (las pequeñas son conocidas como «tronitos»), siendo la rellena de crema la que triunfa entre todas las demás.
Con cuatro décadas a sus espaldas, La Canasta ya es un habitual en la elaboración y venta de torrijas durante Semana Santa, por lo que han decidido apostar por la innovación preparando una variedad muy amplia y diversa, entre las que se encuentran torrijas de azúcar, miel, chocolate o crema pastelera con una base de pan de brioche impregnado en leche al que muy pocos pueden resistirse.