La enésima chapuza del caso Marta del Castillo

Después de que la Audiencia de Sevilla perdiera las piezas de convicción durante un tiempo, ahora el juzgado amenaza con imputar al perito del informe de los teléfonos de Carcaño, si no los devuelve

El pasado viernes por la mañana un trabajador de la empresa Lazarus Technology se subió a un tren desde Madrid destino Sevilla y acudió al juzgado de instrucción número 4 de la capital hispalense. Debajo del brazo llevaba una caja. En su interior con todas las piezas de convicción del caso Marta del Castillo, entre ellas los móviles que tenían los que fueran sospechosos en 2009.

Accedió al juzgado, hizo entrega del material y para que no hubiese problemas, exigió que le pusieran un sello y una firma al documento de entrega de los aparatos, no fuese a ser que se vuelvan a «despistar» y la culpa sea suya.

Es decir, los teléfonos están entregados desde el pasado viernes. «Este lunes se ha publicado que nos estaba requiriendo el juzgado con apercibimiento de sanciones si no los dábamos. La prensa se ha equivocado: se entregaron tres días antes de la publicación de la noticia», zanja el CEO de la empresa, Manuel Huerta.

Lo peor de todo es que el juzgado sí lanzó una seria advertencia al perito. El pasado 6 de marzo la letrada de la administración de justicia amenazó con sanciones a Manuel Huerta si no devolvía los teléfonos y ponía de manifiesto que ya se los habían solicitado al menos una vez más.

«Ni a mí ni a nadie de mi empresa nos habían pedido los teléfonos de los que hemos hecho el estudio», afirma tajante Manuel. «De hecho, nos enteramos por casualidad, no por una notificación del juzgado. Llamamos inmediatamente para pedir explicaciones y para preguntar cómo supuestamente se habían puesto en contacto con nosotros y no nos supieron responder. No tenían ni idea. La persona con la que hablamos no sabía nada de nada. Todo le sonaba a chino».

Manuel Huerta quiere eliminar cualquier sombra de sospecha y con elegancia sugiere que en el juzgado están en Babia. Por eso le han mandado una carta certificada (para que quede constancia de quién ha cometido el error) a la letrada de la administración de justicia en la que le dicen: «Con fecha 5 y 12 de diciembre de 2023, se les hizo entrega del informe pericial mediante correo electrónico, comunicándoles, además, en el mismo correo que quedábamos a la espera de recibir sus instrucciones para proceder con la devolución de las piezas de convicción».

Y continúa: «Con fecha de 22 de enero de 2024, el Juzgado de Instrucción nº4 de Sevilla emitió una diligencia para que Lazarus Technology devolviese las piezas de convicción. Otra el 6 de marzo. No hemos recibido ninguno de los dos escritos ni tampoco ningún tipo de mensaje oficial con dicho requerimiento habiendo sido solicitada por nuestra parte la devolución de las piezas desde diciembre de 2023».

Es más, retan al juzgado a que «nos indiquen la identidad de la persona, física o jurídica, que recibió las comunicaciones oficiales de las que tengan constancia. Y que para comprobar dicha identidad, nos faciliten el documento que acredite la recepción de dichos comunicados».

El juzgado no ha respondido. ¿A quién le pidieron que devolviera los teléfonos, cuándo y como? «Si es que lo hicieron, que yo ya lo dudo», concluye Manuel Huerta.