Imagen del Cristo del CachorroHermandad del Cachorro

Semana Santa 2024

La leyenda que se esconde tras el Cristo de El Cachorro de la Semana Santa de Sevilla

El Cristo de la Expiración es una talla que representa el último suspiro de Jesús en la cruz realizada por Francisco Antonio Gijón

El Cristo de la Expiración, más conocido como El Cachorro, es una talla de Francisco Antonio Gijón, creada en el año 1682, y que representa el último suspiro de Jesús en la cruz antes de morir. Sin duda, es una de las imágenes más populares y reconocidas de la Semana Santa de Sevilla, que cada Viernes Santo convoca a miles de personas, las cuales lo acompañan en su estación de penitencia hasta la catedral.

Según cuenta la leyenda, el sobrenombre de esta imagen procede de un gitano que vivía en la Cava de Triana. Este hombre, dedicado al arte de la guitarra y al cante jondo, era conocido por todos como 'El Cachorro' y todos los días cruzaba el puente de barcas para ir a Sevilla y reunirse con una persona de la cual poco o nada se sabía.

Al poco tiempo comenzó a especularse que el gitano se reunía con una mujer casada y su esposo, lleno de celos, comenzó a planear su venganza.

Finalmente, una noche, el marido esperó escondido al gitano en el pozo de la Venta de Vela y, mientras este sacaba agua, le asestó siete puñaladas y acabó con su vida.

Francisco Ruiz de Gijón y el Cristo del Cachorro

En aquella misma época, la recién creada Hermandad de la Expiración encargó al imaginero sevillano Francisco Ruiz de Gijón un crucificado que representara el último momento de la vida de Jesús. Sin embargo, Ruiz de Gijón se encontraba en plena crisis creativa, y comenzó a obsesionarse con el encargo.

La procesión del Cristo del Cachorro a su paso por el puente de Triana, esta tarde de Viernes Santo en SevillaEFE

Una noche, sintió el impulso de salir a la calle, atravesar el puente hasta el barrio de Triana y pasar cerca de la capilla del Patrocinio, donde tiene sede la Hermandad de la Expiración. Fue entonces cuando presenció el asesinato del Cachorro.

La mirada del hombre moribundo se le quedó grabada en la memoria y realizó un retrato del mismo a carboncillo para posteriormente poder plasmarlo en la talla del Cristo de la Expiración.