Catedral de Sevilla

Sevilla

El santo con tres manos que se esconde en la Catedral de Sevilla

Parecido al astronauta de la fachada de Salamanca, esta es sin duda la curiosidad más misteriosa de su homóloga sevillana

La Catedral de Sevilla es uno de los hitos arquitectónicos de la ciudad. Además de estar llena de elementos artísticos e históricos, también está repleta de curiosidades, como, por ejemplo, el cocodrilo que cuelga del techo de la catedral.

Conjunto escultórico

Como cualquier catedral, la de Sevilla cuenta con distintos accesos. En esta ocasión hablaremos de la Puerta del Perdón. Situada en la calle Alemanes, a través de esta puerta se puede llegar al Patio de los Naranjos, que antes, cuando la catedral era una mezquita, se conocía como el Patio de las abluciones.

En esta entrada de la Catedral nos encontramos con cuatro figuras flanqueando la puerta: El arcángel Gabriel, la virgen Anunciada, San Pedro y San Pablo. Este último es el famoso santo de las tres manos.

La escultura de San Pablo pertenece al repertorio escultórico de la fachada atribuido a Miguel Perrin (o Miguel Florentín, dependiendo de la fuente que se consulte). El conjunto está fechado entre 1519 y 1522. Aparte de las escultoras ya mencionadas, también cuenta con un relieve de Jesús echando a los mercaderes del templo.

El Santo de las tres manos.

La escultura de San Pablo aparece en la Puerta de Perdón sosteniendo una espada con una mano, mientras que la otra se encuentra debajo de sus ropajes. La tercera mano no es tan obvia a simple vista. Para encontrar la tienes que mirar debajo de los pies del apóstol. La tercera mano se encuentra debajo de la base en la que se postra la figura, como si la mano estuviera sujetando la escultura.

La imagen de la mano ha llamado la atención de tantos a lo largo del tiempo que esta cuenta hasta con su propia leyenda. Según esta, la mano ayuda a los solteros, y quien sea capaz de encontrar la tercera mano de San Pablo acabará casándose en la Catedral sevillana.