Antonio Castaño es el gerente de Sevilla City OfficeCedida

Entrevista

Antonio Castaño (Sevilla City Office): «La tasa turística no penaliza que el visitante decida venir o no»

La entidad pública del Ayuntamiento de Sevilla se encarga tanto de la promoción del destino como de la gestión turística de la capital hispalense

Hace no demasiados años viajar era un lujo, un plan que no estaba al alcance de todos, se hacía en contadas ocasiones y se disfrutaba como lo que era: un auténtico privilegio. Sin embargo, de un tiempo a esta parte es algo que se hace con relativa facilidad, las aerolíneas rebajaron costes –otra cuestión es a costa de qué–, las ofertas asaltan al usuario en Internet y a éste le resulta realmente complicado resistirse a reservar un vuelo o una habitación.

Todo esto ha generado un nuevo concepto de turismo: uno que ha dado la posibilidad de conocer nuevos lugares a muchas más personas y que, por tanto, tiene un impacto mayor en las ciudades visitadas que, en ocasiones, no es bien acogido por sus habitantes.

Por ello, es importante el trabajo que se realiza desde Sevilla City Office, la entidad pública del Ayuntamiento de Sevilla que se encarga de la promoción del destino, así como de la gestión turística de la capital hispalense. Su gerente, Antonio Castaño, parte de la premisa de que «el turismo no debe interferir ni perjudicar a los ciudadanos, sino todo lo contrario, ya que debe contribuir a mejorar su calidad de vida».

–¿Cómo convencería de que el turismo tiene más beneficios que perjuicios?

–Desde el Área de Turismo tenemos como objetivo conseguir que la actividad turística, en cualquiera de sus formas, deje importantes beneficios en la ciudad pero que también sea socialmente sostenible y responsable.

En este sentido, Sevilla concentra el mayor número de empresas del sector de servicios en Andalucía. El turismo se estima -y digo se «estima» porque aún no existen datos concluyentes al respecto- que representa el 18% del PIB directamente, aunque la dependencia indirecta es mucho mayor, con un 25% de los ciudadanos de Sevilla viviendo del turismo. Sin embargo, estos datos no han sido arrojados por ningún tipo de estudio y es precisamente esa realidad la que necesitamos conocer al detalle. El Ayuntamiento y la Universidad de Sevilla hemos iniciado el primer trabajo de investigación integral para la medición y seguimiento del impacto económico del sector turístico de la ciudad de Sevilla.

Del mismo modo, es muy importante la sensibilización dirigida en dos sentidos. Por una parte, de cara a la ciudadanía es necesario concienciar sobre la importancia que tiene la actividad turística en el desarrollo socioeconómico de la ciudad; y, por otra parte, de cara a nuestros visitantes, que entiendan lo fundamental que es conservar los recursos tanto naturales como patrimoniales y respetar la cultura local.

El objetivo es que el turismo deje importantes beneficios en la ciudad pero que sea socialmente sostenible y responsable

–¿Cuál es su postura ante la idea de que se pueda aplicar la tasa turística en Andalucía y, más concretamente, en Sevilla?

–Para implantar la tasa turística debemos plantear un modelo colaborativo entre la administración pública y el sector privado. El empresario recauda la tasa –porque, al igual que ocurre con el IVA, no se puede hacer de otra forma–, y repercute este dinero a la Administración que, junto a los empresarios, decide en qué se invierte. Ese es el modelo perfecto. La tasa tiene que ser finalista y el empresario debe ser partícipe en cómo se revierte esa recaudación.

La tasa turística está implantada en muchas otras ciudades, el visitante está habituado a pagarla y el hecho de que una ciudad la tenga instaurada no penaliza de cara a que un visitante decida venir o no. Estos visitantes hacen uso de la ciudad, de los servicios públicos, de los monumentos… Por tanto, no es descabellado cobrar por ello.

Además, es un dinero que procede de lo privado y va destinado a mejorar servicios públicos, repercutiendo en los propios ciudadanos, que ven mejorada su calidad de vida y su ciudad. La tasa turística podría permitir que el dinero que ahora se invierte en turismo y que procede de las arcas municipales se invierta en otras cosas, como por ejemplo en mejoras de servicios públicos. Y, por supuesto, puede invertirse en acciones de promoción del destino a las que quizá en la actualidad no podemos llegar por una cuestión presupuestaria.

–¿Cuáles cree que son las claves para hacer posible un «turismo bien gestionado»?

–El desarrollo turístico de Sevilla debe partir desde la base de la sostenibilidad, no hay otro modo, y es nuestro principal objetivo. Para ello, es esencial en la búsqueda de ese equilibrio desestacionalizar y descentrar la oferta turística. Sevilla no sólo es la zona de la Catedral, el Alcázar y el Barrio de Santa Cruz. Y no sólo es Semana Santa y Feria de Abril, también se puede visitar en verano, donde la oferta cultural y de ocio es inmensa.

Aparte de lo mencionado anteriormente, desde un punto de vista más estratégico, la descentralización del turismo permitiría redirigir el flujo de visitantes, de forma que pueda llegar a zonas de la ciudad más allá del centro histórico. Así se ha reflejado en la hoja de ruta que venimos trabajando desde hace casi un año, proceso de participación del sector turístico de la ciudad, de coordinación y, sin duda, un punto de partida para el relanzamiento de la competitividad del destino turístico de Sevilla. Este trabajo público-privado es esencial para una gestión eficiente del destino.

La tasa turística podría permitir que el dinero se invierta en otras cosas, como por ejemplo en mejoras de servicios públicos

–¿Qué diagnóstico hace del turismo que actualmente recibe Sevilla?

–Venimos de un año récord, y en 2024 parece que las expectativas serán similares. En 2023, Sevilla ha roto la barrera de los 3 millones de viajeros y 7 millones de pernoctaciones en establecimientos hoteleros y apartamentos turísticos. Nunca se habían superado estos datos. El pasado año se alojaron en Sevilla en los establecimientos hoteleros y apartamentos turísticos un 16,66% más de viajeros que en 2022.

Actualmente, según los informes que manejamos de la Smart Tourism Office, los mercados principales para la ciudad de Sevilla son Francia, Estados Unidos –que ha crecido mucho en el último año–, Italia, Reino Unido y Portugal. También es preciso destacar el crecimiento del mercado asiático, puesto que se ha visto incrementada de forma notable la cifra de visitantes de países como China, Corea del Sur o Japón.

–¿Cuál cree que es el mayor potencial de Sevilla?

–El mayor potencial de la ciudad de Sevilla es el potencial económico y empresarial que tiene, que es posiblemente el más desconocido.

El turismo no es sólo lo esencial de Sevilla: aquí se encuentra la factoría donde se ensambla y fabrica el A400M de Airbus, que hace que Sevilla junto con Toulouse y Hamburgo sean los tres polos más potentes de la aviación y construcción aeronáutica de Europa. También tenemos la fábrica de Coca-Cola más grande de Europa, la segunda fábrica de cerveza más importante de Europa, un parque aeronáutico con la instalación de una empresa suiza que es Pilatus y que demuestra a las claras que el sector aeronáutico en Sevilla es pujante y con mucho futuro. Igualmente, en Sevilla la automoción está muy presente, con cosas tan importantes como la factoría de todas las cajas de cambio del grupo Renault en España. Y no se nos puede olvidar que Sevilla es una potencia agroalimentaria única en Europa. Desde Andalucía y desde Sevilla se produce casi un 40 % de todo lo agroalimentario que se exporta en España, por lo que es fundamental. Por lo tanto, a lo turístico hay que unirle todo lo que esta ciudad tiene en lo económico y que como punta de lanza podemos mencionar el Parque Industrial Cartuja, con casi 3.000 personas trabajando allí, proyectos de innovación brutales y con una facturación de más de 50.000 millones de euros al año. Sevilla es una de las ciudades con más futuro económico del mundo.