Marinaleda es, pese a las celebraciones de la izquierda, un municipio pobre

Marinaleda es, pese a las celebraciones de la izquierda, un municipio pobreX (Twitter)

Sevilla

Marinaleda, el 'paraíso comunista' que visitaron Rufián y Bildu, es uno de los pueblos más pobres de España

Dato mata relato. A pesar de que la propaganda lleva años presentando a Marinaleda como el paraíso que se rebeló contra las injusticias sociales y la desigualdad, lo cierto es que el municipio sevillano aparece en la lista de los más pobres de España, según los datos facilitados por la Agencia Tributaria correspondientes al ejercicio 2022.

Marinaleda, lugar de referencia para la izquierda andaluza y nacional, acogía recientemente una escuela de otoño organizada por Adelante Andalucía y por ese motivo allí peregrinaron alegremente miembros destacados del separatismo antiespañol, como la CUP, Bildu, ERC… «Prefiero ir de romería a Marinaleda que a El Rocío», se jactaba, por ese motivo, Oskar Matute, en su perfil de X.

La mencionada peregrinación terminó. El cónclave apagó sus fastos. Y al día después, lo que queda es pobreza. Marinaleda conforma un ranking donde un total de quince de los 20 municipios con menor renta bruta media declarada están en Andalucía.

Junto a esta localidad sevillana, que siempre estuvo gobernada por el polémico alcalde Juan Manuel Sánchez Gordillo hasta su retirada de primera línea a causa de una enfermedad, encontramos otros lugares como Huesa (Jaén); Pedro Martínez (Granada); Montizón (Jaén); Colomera (Granada) y Sorihuela del Guadalimar (Jaén). La renta bruta media de Marinaleda se quedó en 2022 con tan solo 14.173 euros.

En total, en el año 2022, la renta bruta media en España ascendió a 30.400 euros, con una tasa de variación anual del 4,8 %, mientras que la renta disponible media registró un valor de 24.542 euros, al crecer un 4,2 %, según la estadística de la Agencia Tributaria en base a los datos de los declarantes de IRPF por municipios de más de 1.000 habitantes.

Palestina, ecologismo y feminismo

Antes de conocerse los datos de 2022, Adelante Andalucía organizó su I Escuela de Otoño en Marinaleda, el templo de la izquierda andaluza.

Allí, en una de las mesas redondas organizadas, se encontraron Gabriel Rufián (ERC), Oskar Matute (Bildu), Laure Vega (CUP), Noa Presas (BNG) y José Ignacio García (Adelante Andalucía).

En dicha escuela otoñal también participó la exparlamentaria Teresa Rodríguez y se abordó la situación de Palestina y otros grandes temas (o mantras) tan comunes en el programa de esta izquierda: ecologismo, turistificación, feminismo, antifascismo o lucha LGTBIQ. Pero a nadie se le ocurrió mirar hacia lo más cercano y hablar de la situación del propio municipio.

Una economía subvencionada

Marinaleda depende en gran parte tanto de las subvenciones como de la cooperativa fundada tras la colectivización de las tierras del cortijo de El Humoso, «obtenidas mediante movilización social», lo que llevó a la entonces Junta autonómica socialista a comprar la finca en 1991 y cederla a los jornaleros locales.

​Propiedad entonces del Ducado del Infantado, la finca fue expropiada mediante la ocupación de la tierra de los jornaleros del SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores), que crearon ocho cooperativas agrarias creando más de 600 puestos de trabajo. Los campos son de regadío y se completan con el olivar, los invernaderos y los semilleros, donde se cultivan la lechuga y el tomate.

Pero años después, la actual Junta de Andalucía ha puesto en su punto de mira el «proyecto cooperativo» de esta localidad. «El modelo de Marinaleda no me parece precisamente que sea un modelo de progreso, de avance y que sea pionero en términos económicos y sociales», declaraba recientemente Moreno Bonilla.

​El gobierno andaluz decidió vender a precio de mercado la finca. Una sentencia del TSJA del pasado 13 de febrero ratificó esta decisión. En la sentencia se propone como comprador prioritario al propio Ayuntamiento de Marinaleda, que tras renunciar a la economía de mercado, asegura no tener dinero para afrontar esa compra. «Es inasumible para nosotros, que tenemos un presupuesto de cuatro millones de euros anuales», se justifica el actual alcalde.
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