Un funcionario católico del Parlamento sufre la ira de sus compañeros por un Belén de Navidad: «Me amenazan»

La conversación que surgió tras la colocación, por primera vez, de un Belén de Navidad en el Parlamento de Andalucía, desembocó en una situación penosa para uno de sus trabajadores.

Este funcionario, de nombre Javier A., y que se considera católico, ha tenido que denunciar ante la Policía a otro compañero de trabajo en las cortes andaluzas por amenazas. Se da la circunstancia que el presunto agresor, de nombre José Miguel F., fue concejal del Partido Andalucista en Écija.

Aunque ya el ambiente a favor de la izquierda y contrario a la disidencia era una constante entre los funcionarios de este departamento, Javier A. denuncia que fue desde la instalación del pesebre navideño cuando su día a día comenzó a ser irrespirable.

«Me sentí amenazado por mi condición católica. Hubo compañeros, muy de izquierda, que empezaron a protestar quejándose de que el dinero fuese a parar a la colocación de este Belén. Yo en un momento dado dije que ‘Cristo siempre gana’, y a partir de ahí, esa persona me amenazó: ‘a ver si acabáis como en Paracuellos’», declara a El Debate.

A esa provocación, Javier prefirió no echar más leña al fuego: «Yo le dije que como no era guerracivilista, no iba a responder». Sin embargo, y pese a que ha intentado resolverlo sin que el asunto saliera del ámbito laboral, se ha visto obligado a pedir que le cambiaran de sitio, ya que se sentía intimidado por esta persona: «Antes de todo esto ya me solía hacer preguntas sobre mis creencias religiosas, mis amistades o mi orientación política, lo que le llevaba a usar un lenguaje grosero conmigo».

Al final, y pese a que envió una copia de su denuncia al presidente del Parlamento para, como trabajador del edificio, pedir amparo, ha solicitado el cambio de lugar para no tener que trabajar codo con codo con una persona que le sigue coaccionando por sus creencias religiosas. «He preferido cambiarme yo de sitio para evitar males mayores».

Desamparo

Javier ha desvelado a este periódico que fruto de ese desamparo, ya que no recibió respuesta por parte del presidente del Parlamento de Andalucía, decidió acudir al Letrado Mayor, al que había presentado un escrito exponiéndole los hechos. Aunque esta persona habría contactado con el responsable del departamento donde ambos trabajan, la amonestación finalmente quedó en una llamada de atención hacia el amenazante.

Esta situación que se vive en el seno de esta institución y que ha acabado viendo la luz en la prensa, complicó aún más la posición del denunciante, que asegura a este medio que algunas otras personas le habían escrito también para amenazarle. «En el grupo de WhatsApp del trabajo, donde nunca antes se había hablado de política, acabé leyendo cosas como ‘No pasarán’ y otros lemas. Eso en concreto lo escribió el líder de Comisiones Obreras aquí en el Parlamento».

Javier ha lamentado que, hasta el momento, lo único que ha recibido allá donde ha acudido son cajas destempladas. «Lo de acabar como en Paracuellos lo ven como una conversación de barra de bar», dice. «En ningún momento el amenazante me ha pedido perdón», a pesar de que insiste en que desde que su situación ha visto la luz, el ambiente de hostigamiento ha ido a más y nadie de sus superiores ha querido tomar cartas en el asunto.