Sevilla continúa siendo la cuarta urbe española más poblada, pero le pisan los talones de cerca
Población
Esta es la ciudad que se ha quedado a las puertas de arrebatar a Sevilla su puesto como cuarta capital
La ciudad hispalense ha perdido más de 12.000 habitantes en los últimos nueve años y sigue lejos del objetivo de volver a los 700.000
Sevilla está en claro riesgo de perder la cuarta posición en el escalafón nacional en cuanto a las más pobladas del país. La ciudad hispalense mantiene a día de hoy una escueta diferencia de tan solo 500 habitantes con la quinta, según los datos publicados por el BOE (Boletín Oficial del Estado).
Según esta fuente, Sevilla capital ha vuelto a ver mermada su población y se queda por debajo otra vez del umbral de los 700.000. La urbe andaluza marca un total de 687.000 habitantes, cuando en mayo de 2023 el censo registró 694.109 habitantes.
Es Zaragoza, la capital de Aragón, la que viene comiéndole terreno a Sevilla en este apartado ya que no deja de incrementar su población. Aunque la capital del Guadalquivir ganó más de 3.000 vecinos durante 2024 –respecto al BOE publicado en esta misma fecha del año pasado–, su rival en el Ebro le pisa los talones con tan solo 502 habitantes menos.
Pese a que Sevilla se ha asentado como la cuarta capital más poblada del país, el margen cada vez es menor en una tabla liderada por Madrid con 3.416.771 habitantes, y en la que después vienen Barcelona, con 1.702.547 y la tercera, Valencia (825.948).
Detrás de Sevilla y Zaragoza, la distancia sigue siendo amplia. Málaga tiene 591.637 habitantes, Murcia tiene 474.617, Palma de Mallorca 431.521 y después llega Las Palmas de Gran Canaria con 380.436.
Y es que es precisamente el problema de la vivienda la que parece estar detrás de los datos hechos públicos por el BOE. El foco está puesto en volver a los 700.000 residentes con los que la capital hispalense inició el presente siglo. La última vez que Sevilla sobrepasó dicha barrera fue en 2013.
En los últimos 25 años, Zaragoza ha sido capaz de enjugar una diferencia de más de 98.000 residentes con Sevilla. Y es que mientras en la ciudad que baña el Guadalquivir muchos habitantes optan –o se ven forzados– por mudarse a municipios de los alrededores, como Dos Hermanas o Tomares, a causa de unos precios de la vivienda más competitivos, la consecuencia es que la población sevillana se ha dispersado, por tanto, hacia estas zonas colindantes. Por el contrario, la capital aragonesa carece de una conurbación metropolitana de similares características, lo que facilita que retenga mejor su población.
