Entrevista
Martínez Alcalá (CEU UF3): «El Aula Moscati pretende promover los valores católicos en el ámbito sanitario»
El decano de la Facultad de Ciencias de la Salud y la Vida detalla los objetivos de esta iniciativa que nace con el fin de remover conciencias sobre la humanización en el sector
En el ejercicio de la Medicina, como al fin y al cabo en cualquier profesión, los valores de quien la ejerce marcan la diferencia. Y, en este caso, probablemente sea más evidente, ya que cuando la vida o el bienestar de una persona están en juego, resultan fundamentales la empatía, la amabilidad y la sensibilidad en el trato con el otro.
Conscientes de esta realidad, desde la Facultad de Ciencias de la Salud y la Vida de la Universidad CEU Fernando III —que recibirá a sus primeros alumnos el próximo mes de septiembre— han impulsado el Aula Moscati, un proyecto que debe su nombre a San José Moscati, el «Médico Santo de Nápoles», y que pretende promover los valores católicos en el ámbito sanitario a través de conferencias, mesas redondas, encuentros de profesionales y publicaciones.
Felipe Martínez Alcalá, decano de la Facultad de CC. de la Salud y la Vida de la CEU UF3, considera clave este proyecto, «un movimiento de ética que profundiza en concienciar sobre el valor de la empatía con las personas que sufren en la esfera física o psíquica».
— ¿Cómo surge este proyecto?
— Nuestra vocación es la de responder al interés social de una profunda humanización del mundo sanitario con valores éticos inspirados en nuestros valores cristianos. De acuerdo con la Hermandad del Silencio, adalid de la defensa de la vida desde su concepción hasta la muerte natural, pensamos que podríamos trabajar en esta línea de forma conjunta. Así, con D. Francisco Román, párroco de la Iglesia de la Magdalena y delegado de Patrimonio de la Catedral, junto a un grupo encabezado por Francisco Trujillo —médico cardiólogo— y Pablo Martínez Alcalá —abogado—, firmamos un convenio de colaboración.
— ¿Qué acciones están previstas?
— La primera cita tendrá lugar este jueves, 16 de enero, en la Sede Caja Rural del Sur de Sevilla, a partir de las 19.00 h. Bajo el título El valor terapéutico de la alegría, en este encuentro ahondaremos en la importancia que tiene para la recuperación de los pacientes mantener un buen estado de ánimo. Más adelante, cada 3/6 meses, convocaremos nuevas conferencias que ahondarán en la figura de santos —o que están en vías de serlo— y ejercieron la medicina, destacando los valores que los caracterizaron a lo largo de su vida: la generosidad, el optimismo, su actitud ante el que sufre, la responsabilidad, el respeto, la sinceridad, la comunicación, el pudor, la humildad, la lealtad y tantos otros. Contaremos con profesionales sanitarios y con personas que tengan conocimiento sobre las biografías de los protagonistas de cada charla. Entre otros, está previsto que dediquemos una de las ponencias a San Juan de Dios y también a Jérôme Lejeune —médico, pediatra genetista, siervo de Dios y descubridor de la trisomía 21, causa del síndrome de Down, y enfermedades genéticas, que fue propuesto para el premio Nobel—.
— ¿Qué efecto cree que puede tener en los asistentes a las charlas tanto en lo profesional como en lo personal?
— Este proyecto está abierto a todos los interesados en mejorar la convivencia social y, en particular, al colectivo sanitario. El objetivo es tomar conciencia y reflexionar sobre valores básicos, algo dejado en segundo plano por una sociedad con cierta deriva insolidaria y centrada solo en el interés personal. Defender la verdad con espíritu crítico y tolerante, creo que es algo que fortalece a la sociedad y que, desde este foro, queremos promover.
— Algunos pacientes se quejan de deshumanización en el sector sanitario, ¿qué valoración hace de esta percepción?
— Creo que la gran mayoría del personal relacionado con el mundo sanitario tiene una vocación evidente y un trato humano, cercano y empático. Pero es cierto que la masificación de nuestro sistema sanitario, con tantas otras virtudes, tiene déficits y hay quejas de un trato francamente mejorable, sobre todo en personas de más edad, más vulnerables. Si tuviera que elegir un deseo para este nuevo año sería tiempo para detenerte con cada paciente y poder escucharlo, a su ritmo y con su capacidad de expresión. También es necesario tiempo para transmitir de forma clara y comprensible la enfermedad que padece al paciente y a su entorno y, sobre todo, cómo poder solucionarlo, ayudarlo o paliarlo.
— Centrándonos en los jóvenes que se preparan para ejercer una profesión del ámbito sanitario y con su experiencia profesional, ¿cuáles cree que son los mimbres sobre los que debe sustentar su vocación y el futuro ejercicio de su profesión?
— Debe tener espíritu curioso, investigador, creativo y estar dispuesto a mantenerse con generosidad en la entrega a los demás. Tiene que sentir el deseo de ayudar a los que están enfermos, a descubrir sus causas y las vías de solución con auténtico espíritu de entrega y amistad. Además, en la Universidad CEU Fernando III, nuestros valores están centrados en la ética y conciencia social, capacidad de colaboración y también de liderazgo. Insistimos en el aprendizaje de una comunicación efectiva a pacientes y familiares. Apostamos por la creatividad y la innovación con espíritu crítico, con autonomía y siempre con responsabilidad
— ¿Qué cree que aportará esta nueva Facultad al conjunto de la sociedad andaluza?
— Tenemos como antecedentes las Facultades de Medicina San Pablo CEU de Madrid y Cardenal Herrera de Valencia, que cuentan con años de experiencia y prestigio universitario. Desde la Facultad de Ciencias de la Salud y la Vida de la CEU UF3, presentamos un plan de estudios basado en las tendencias académicas, científicas y pedagógicas más avanzadas. El estudiante es el actor principal de la actividad universitaria, lo que se traduce en la apuesta por métodos docentes participativos con un aprendizaje basado en análisis de problemas, trabajando en equipo, con simulación médica y discusión de casos. Así facilitamos que cada estudiante asuma el liderazgo de su propia formación bajo la atenta supervisión, y tutorización de sus profesores. Queremos que esta Facultad sea germen de sanitarios profesionalmente excelentes y, sobre todo, personas que siempre estén al lado de quien sufre, con la ayuda de la magnífica comunidad CEU y de Dios.