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REMITIDA / HANDOUT por HOSPITAL SAN JUAN DE DIOS DE NERVIÓN
Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma
30/1/2025"
Un paciente del Hospital San Juan de Dios de Nervión visita en camilla al Gran Poder en su basílica
Sevilla
Un paciente del Hospital San Juan de Dios de Nervión visita en camilla al Gran Poder en su basílica
Francisco Javier, ingresado tras un accidente cardiovascular, cumple su sueño gracias al equipo de voluntariado del centro y de la colaboración de otras organizaciones que aportaron una ambulancia medicalizada
Francisco Javier, paciente del Hospital San Juan de Dios de Nervión hospitalizado a causa de un accidente cerebrovascular, ha podido cumplir su deseo de «ver a nuestro Padre Jesús del Gran Poder» en su basílica.
Una vez tuvo conocimiento de este deseo el hermano que dirige el voluntariado en este hospital, José María Monserrat, se activó el protocolo para que pudiera formar parte de 'Cumpliendo deseos', un proyecto con el que el centro trata de satisfacer los anhelos más profundos de las personas que, encontrándose hospitalizadas, pueden ver mejorado su estado de ánimo y, por tanto, su bienestar emocional.
La dificultad estribaba en que este paciente tiene movilidad reducida y que no puede realizar desplazamientos a menos que sea en un vehículo medicalizado. Por ello, se contó con la ayuda de 'La ambulancia del deseo' para hacer posible este traslado. «Es por ello por lo que en esta ocasión tenemos que dar las gracias a estas otras dos entidades, porque junto a esta fundación y la Hermandad del Gran Poder hemos podido hacer un poco más feliz a nuestro paciente», ha explicado Monserrat.
Una vez Francisco Javier llegó hasta el templo sevillano acompañado de varias personas voluntarias del Hospital San Juan de Dios, fue recibido por el rector de la basílica, Borja Medina, y varios miembros de la hermandad. Allí, en una camilla hospitalaria, permaneció frente al altar orando, tal y como había soñado. El personal asistencial que lo atiende y el equipo de voluntariado del hospital que lo acompaña han puntualizado que la devoción que Francisco Javier siente por el Gran Poder «se manifiesta cada día en sus rezos y oraciones y que desde que lo tuvo frente a frente, ha mostrado signos de un mayor bienestar y mejor estado anímico».