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Relevo en las cuadras de Palacio: sustituyen las carrozas por coches y doman a los nuevos caballos

Relevo en las cuadras de PalacioEl Debate

Casa Real  Relevo en las cuadras de Palacio: sustituyen las carrozas por coches mientras se doman los nuevos caballos

La adquisición de dos ejemplares obliga a modificar la ceremonia de entrega de cartas credenciales de los embajadores extranjeros al Rey

Tras un parón de casi ocho meses, provocado por las elecciones generales, el Rey empezó en enero a recibir las cartas credenciales de los nuevos embajadores extranjeros. Sin embargo, las dos últimas ceremonias de presentación de cartas se han celebrado sin las tradicionales carrozas de caballos. En su lugar, los embajadores han llegado al Palacio Real en vehículos históricos de Patrimonio Nacional.

El cambio se debe a que dos de los caballos encargados de tirar de las carrozas se han jubilado, y han sido sustituidos por otros dos ejemplares jóvenes que están aprendiendo su nuevo oficio. Necesitan meses de doma y entrenamiento para poder participar sin riesgos en la ceremonia más brillante, solemne y antigua del Estado.

Los nuevos caballos han costado 14.998,8 euros cada uno. El primero, que ha sido bautizado con el nombre de Nico, llegó a principios del año pasado y fue comprado al cochero Llibert Calvet Martínez. Y el segundo, Nerón, llegó el pasado diciembre y se compró a Raúl Aragón Navarro. Los nombres de ambos empiezan por la letra N, que es la que corresponde a su año de nacimiento.

Nerón llegó a las Caballerizas de Palacio el pasado diciembre y aún está aprendiendo su oficio

Este caballo holandés llamado Nerón llegó a las Caballerizas de Palacio en diciembre y aún está aprendiendo su oficioPatrimonio Nacional

Nico y Nerón son caballos holandeses, como el resto de los inquilinos de las caballerizas de Palacio. Igual que sus compañeros son de capa oscura o castaña, porque ese es el color que corresponde a los caballos de los embajadores, según el protocolo. Si tuvieran que trasladar a los Reyes, deberían ser blancos, pero como en España el Monarca no utiliza carrozas, en las cuadras de Palacio no hay monturas blancas.

Los caballos de Palacio son de raza KWPN, que se caracterizan porque tienen gran alzada (más de 1,76 metros), fuerte constitución, cuello esbelto, patas finas y aspecto elegante. Cada uno de ellos pesa más de 600 kilos.

La primera lección

La primera lección que reciben en las Caballerizas Reales consiste en aprender a atender por su nombre para que, de esa manera, puedan cumplir las instrucciones del domador. Por eso, sus nombres son cortos y fáciles de memorizar. Una vez adaptados a sus nuevas cuadras, empiezan a formarse para su cometido: tirar de unas carrozas de ceremonia que pesan más de 3.000 kilos y no tienen frenos. Son los caballos los que las tienen que frenar cuando se lo indica el cochero.

Cuadras del Palacio Real de Madrid, donde viven los caballos que se utilizan en las ceremonias

Cuadras del Palacio Real de Madrid, donde viven los caballos que se utilizan en las ceremoniasEl Debate

Pero el aprendizaje no se hace con las carrozas de ceremonia, que son históricas y de incalculable valor. Para eso se utiliza la «domadora», un coche que pesa lo mismo que las carrozas y que se emplea para los ensayos en los jardines del Campo del Moro. Todos los días, de lunes a viernes, los caballos entrenan con la «domadora» para que la ceremonia salga perfecta.

Aunque los nuevos caballos llegan domados, siguen recibiendo doma continua y diaria, y y van cogiendo oficio con los años. Y, según sus cuidadores, los ejemplares veteranos, que se suelen retirar con unos 28 años, enseñan a los recién llegados.

La carroza histórica que se utiliza en la presentación de credenciales.

La carroza histórica que se utiliza en la presentación de credenciales.El Debate

Los animales también tienen que acostumbrarse a dejarse engalanar con cabezadas, a llevar penachos de plumas y el atalaje de la época que, en la mayor parte, es el original del siglo XIX. Y a aprender a moverse por un pavimento duro y resbaladizo, a compartir el espacio con vehículos y a no asustarse ni ponerse nerviosos con los ruidos propios de una ciudad ni con las bandas de música.

Hasta que sus domadores no estén absolutamente seguros de que los caballos van a responder como se espera de ellos, no podrán participar en la presentación de cartas credenciales. Esta es la ceremonia más brillante, solemne y antigua del Estado, y no se puede cometer ningún fallo.

Nico va más adelantado

Como Nico llegó a Palacio varios meses antes que Nerón, va mucho más adelantado en el aprendizaje y se espera que pronto estará en condiciones de tirar de la carroza por las calles de Madrid, pero aún no hay una fecha.

El día que su domador le dé el «visto bueno» la ceremonia de cartas credenciales retomará las carrozas y recuperará todo su esplendor.

Esta ceremonia volverá a ser la primera imagen de España que reciban los embajadores extranjeros recién llegados a Madrid. Y, cuando se suban a la carroza, percibirán que están en una de las naciones más antiguas del mundo.

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