Casa Real  ¿Por qué es tan importante la formación de la Infanta Sofía?

La Infanta Sofía está llamada a ser el principal apoyo de su hermana mayor, la Princesa de Asturias. De alguna manera, ya lo está siendo, pues es quien la acompaña antes, durante y después en cada uno de los momentos más importantes de la vida de la Heredera de la Corona. Tras sus discursos, el primer abrazo que la Princesa suele recibir es el de su hermana menor.

Mañana la Infanta cumplirá 17 años y más pronto que tarde empezará a protagonizar sus propios actos institucionales, aunque ahora la prioridad es su formación. La reducida Familia Real española contará con un miembro en activo más, con lo que podrá estar más presente aún en la sociedad española.

Tradicionalmente, cuando las tasas de mortalidad infantil eran mucho más altas que ahora, a los segundos hijos de los Reyes se les formaba con especial atención con el fin de que estuvieran preparados para asumir la Corona. Sin embargo, en tiempos recientes empezó a descuidarse la educación de los hermanos; se les forma para que puedan labrarse una vida profesional independiente, pero no siempre se les inculcan los principios y valores que la sociedad espera, cada vez con más exigencia, en un miembro de la Familia Real.

Un estatus provisional

En los últimos tiempos, todas las Monarquías han ido reduciendo el número de personas que son consideradas miembros de la Familia Real y en España se llega al extremo de que, cuando el Heredero de la Corona es proclamado Rey, sus hermanos dejan de formar parte de la Familia Real, aunque sigan ocupando un lugar destacado en la línea de sucesión. Por lo tanto, a la hora de diseñar la formación de la Infanta Sofía hay que tener en cuenta que su estatus actual es provisional, mientras no se cambie el Real Decreto que establece quién forma parte de la Familia Real.

En Europa hay muchos ejemplos de hermanos de Herederos de la Corona que, en vez de ser un apoyo, se han convertido en verdaderos lastres para los Reyes y Príncipes, al protagonizar escándalos por comportamientos, actitudes o declaraciones inapropiadas. La generación actual lo ha sufrido en sus propias carnes y algunos de ellos han tomado nota para evitar que la historia se repita.

El Rey Felipe siempre ha insistido en que sus dos hijas se han educado en los mismos valores que él, como afirmó en el discurso de su proclamación. Y él y Doña Letizia también han inculcado en la Infanta Sofía la idea de que todos los miembros de la Familia Real deben ser un apoyo para la Princesa. Cuando el Rey impuso el Toisón de Oro a su hija mayor, recordó en público que su familia siempre estaría a su lado, «especialmente tu madre y también Sofía, que estarán contigo apoyándote».

El día que la Princesa juró la Constitución, su padre insistió en ese mensaje: «No estarás sola en tu camino. En tu familia encontrarás el necesario apoyo más personal». Y hace unos meses, cuando recibió a los ganadores del concurso «¿Qué es un Rey para ti?», reiteró esa idea: «La continuidad está representada por la Princesa de Asturias, pero con la compañía de su hermana, la Infanta Sofía, que tiene que ayudar mucho».

Hasta ahora, la Infanta Sofía ha recibido exactamente la misma formación académica e institucional que la Princesa de Asturias, muy parecida a su vez a la que recibió el Rey cuando tenía esa edad, pero similar también a la de otros muchos jóvenes que no son miembros de Familia Real. La hija menor de los Reyes terminará el año que viene sus estudios de Bachillerato Internacional en el Atlantic College de Gales y, por primera vez, la Infanta deberá decidir con sus padres su propio futuro académico, incluso si recibe algún tipo de formación militar o no.

Zorann Petrovici, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid, considera que «a la hora de diseñar la formación de la infanta Sofía, habría que conjugar dos planos complementarios, derivados ambos de su posición como segunda en la línea de sucesión, detrás de su hermana: por un lado, sus responsabilidades institucionales -sobre todo, la tesitura de poder ser llamada a asumir la Corona-; y por otro, su derecho a forjarse un camino profesional propio, puesto que, en condiciones normales, este no se desarrollará en el marco de la Corona».

Según Petrovici, coordinador académico de FIES (Fundación Institucional Española), «conviene que la Infanta tenga una sólida formación que le permita asumir de manera solvente la Jefatura del Estado, si se diera el caso; pero eso no debe mediatizar su trayectoria, porque, a diferencia de su hermana, para la Infanta Sofía se trata sólo de una posibilidad. Esa formación sería perfectamente complementaria, sobre todo si tenemos en cuenta la diversidad que presentan los estudios de los Príncipes Herederos europeos. Puede recibir una formación específica suficiente (derecho, ciencias políticas, relaciones internacionales, economía…) durante un tiempo determinado y luego seguir el camino que considere oportuno».

Respecto a la formación militar, Petrovici cree que «no es preciso que la Infanta lleve a cabo una instrucción tan profunda como la de la Princesa de Asturias, que se encuentra entre las más extensas de Europa. Con un año, por ejemplo -como ha sido el caso de la Princesa Heredera de Suecia- ya tendría mucha más experiencia y conocimiento que cualquier presidente del Gobierno o ministro de Defensa que, sin embargo, asumen el mando efectivo de las Fuerzas Armadas».

Dativo Salvia, historiador especialista en Casas Reales, considera que «la Infanta Sofía será el principal apoyo de la Princesa de Asturias, junto al marido de la Heredera cuando se case». En su opinión, «la formación académica de la hermana menor debería ser igual que la de la Heredera de la Corona: estudiar primero en una Universidad en España y realizar después un máster internacional en una Universidad del extranjero».

En cuanto a la formación militar, el profesor Salvia señala que «la Princesa Leonor va a ser la Princesa europea que reciba una formación militar más completa». Según explica, «los Príncipes Guillermo de Inglaterra, Haakon de Noruega o el Rey Federico de Dinamarca sí hicieron carreras militares completas». Pero no ha ocurrido lo mismo con las Princesas europeas: «Isabel de Bélgica es la que ha recibido más formación militar, pero no tan completa como la que está recibiendo la Princesa de Asturias. Y, desde luego, no son comparables los casos de Ingrid de Noruega o Amalia de los Países Bajos».

Según Salvia, «podría ser excesivo que la Infanta Sofía recibiera la misma instrucción que la Princesa Leonor, pero existen cursos más reducidos, como los que han hecho las Herederas europeas, que podrían servir de ejemplo».