Casa Real Spottorno recuerda que el PSOE de Rubalcaba fue clave para que la abdicación de Don Juan Carlos saliera bien
Destaca el «olfato político, la generosidad y la valentía» del Rey, que se despojó de los poderes que había heredado de Franco
Rafael Spottorno, el último jefe de la Casa del Rey durante el reinado de Don Juan Carlos, ha destacado este miércoles el papel clave que jugaron el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en la abdicación del anterior Monarca, para que el relevo en la Corona se produjera en las mejores condiciones posibles y la ley orgánica que lo hizo efectivo obtuviera el mayor respaldo en las Cortes (85% de los votos). «Don Juan Carlos siempre ha estado agradecido a ambos», ha afirmado.
Spottorno ha hecho estas afirmaciones en un coloquio sobre el décimo aniversario de la abdicación de Don Juan Carlos, que se ha celebrado en el Ateneo de Madrid y en el que también ha participado la dirigente socialista Elena Valenciano, la más cercana colaboradora de Rubalcaba. El coloquio ha estado moderado por el periodista Javier Ayuso, que fue el último responsable de Comunicación de la Casa del Rey durante el reinado de Don Juan Carlos.
«La ley de abdicación podía haber sido aprobada con la mayoría absoluta que en ese momento tenía el PP, pero habría sido un disparate hacerlo en solitario, sin contar con la oposición. Desde el principio entendimos que contar con el PSOE era imprescindible», ha añadido Spottorno.
Rubalcaba pospuso su salida
Por eso, ha contado, «el Rey citó a Rubalcaba en su despacho y le pidió su ayuda». El dirigente socialista le dijo que sí y pospuso su salida del PSOE para asegurar el buen resultado final de la abdicación. Como se recordará, tras las elecciones europeas, Rubalcaba había convocado un congreso extraordinario del PSOE, en el que después saldría elegido Pedro Sánchez.
Valenciano ha precisado que Rubalcaba se quedó en el partido para gestionar «el proceso de abdicación, porque pensaba que era mejor que lo hiciera un secretario general que estaba de salida. Alfredo decía: `Yo puedo dar esta batalla dentro del partido, y que no se le cargue al próximo´». Para Rubalcaba, ha añadido, «lo primero era España, después el PSOE y después nosotros».
La política socialista ha añadido que «somos un partido arquitecto de la Constitución y todo eso estaba fijado en la Constitución. Había gente con ganas de abrir el melón, pero Rubalcaba decía que solo se estaba votando la ley de abdicación».
Abdicó con la «misión cumplida»
El jefe de la Casa del Rey ha relatado que Don Juan Carlos abdicó con su «misión cumplida» porque se habían conseguido los dos objetivos que se había marcado: «Que los españoles fueran dueños de su propio destino y que España fuera un democracia moderna». Y recordó que, cuando asumió la Corona, Don Juan Carlos se despojó de los poderes que había heredado de Franco, algo que ignoran los jóvenes.
Asimismo, el exjefe de la Casa ha contado que «el propio Rey nos sugirió que consultáramos la ley de abdicación con Landelino Lavilla. Le llamamos, vino, le dimos el papel que habíamos preparado y, unos días después, nos lo devolvió con unas precisiones muy acertadas que nos dieron mucha tranquilidad».
Las claves están en su discurso
También ha contado que Don Juan Carlos pensaba que su generación había asumido su responsabilidad y convertido la Transición en una historia de éxito, pero que en ese momento, en el que la crisis económica de 2008 había dejado cicatrices, debía ser la nueva generación la que tomara el relevo y que Don Felipe liderara la transformación de España. Por todo eso, agregó, «el discurso que dirigió el Rey (el 2 de junio de 2014) contiene las razones genuinas que le llevaron a abdicar».
Elena Valenciano ha recordado que «aquel momento era muy convulso y creo que lo hicimos bastante bien para la que estaba cayendo. La voluntad de abrir un nuevo tiempo se cumplió y podemos estar satisfechos de cómo salió aquello».
El momento convulso
Como han recordado los tres oradores, en aquel momento, finales de 2013 y principios de 2014, la vida política estaba muy agitada, surgían nuevos partidos políticos, como Podemos o Ciudadanos, y aquello parecía el fin del bipartidismo.
A todo eso se sumaron los problemas internos de la Casa Real: las dificultades que tuvo el Rey para leer su discurso de la Pascua Militar, el estallido del caso Nòos, la imputación de la Infanta Cristina, el incidente de Botsuana... «Los acontecimientos iban incrementando la inquietud», ha relatado Spottorno. «Se estaban cuestionando los elementos básicos del sistema democrático», ha añadido Valenciano.
«Nosotros también teníamos nuestras encuestas. En el primer trimestre del año 2014, cuando se tomó la decisión definitiva de abdicar, el saldo entre quienes aprobaban la actuación del Rey y los que la desaprobaban era negativo, en contraste con lo mismo aplicado al Príncipe de Asturias. Las encuestas eran sobradamente positivas para Don Felipe», ha desvelado Spottorno.
Nunca ganó la República
Javier Ayuso ha añadido que «desde marzo de 2012, que me incorporé a la Casa, hasta julio de 2014, hicimos sondeos semanales con una pregunta fija sobre Monarquía o República, y en esos dos años, con todas las crisis que pasamos, nunca ganó la Republica», ha afirmado. «A pesar de que, en esos dos años, cuando no estábamos en el juzgado estábamos en el hospital», ha sostenido.
Según Spottorno, aunque Don Juan Carlos había tenido antes alguna tentación de abdicar, su decisión no se hizo firme hasta febrero. «La abdicación se podía haber hecho antes, pero no sé si hubiera podido hacer igual después. Funcionó el olfato político de Don Juan Carlos», ha sentenciado Spottorno. «La decisión tomada por el Rey es una decisión personalísima, que solo puede tomar él y no hay nadie que pueda persuadirle, pero tiene enormes consecuencias personales e institucionales. Doña Sofía, por ejemplo, perdió su condición de Reina sin que nadie le preguntara», añadió.
Elena Valenciano ha defendido le legado del anterior Monarca y ha sostenido que «Don Juan Carlos ya está en los libros de la historia».
La decisión más arriesgada
Spottorno ha afirmado que «la gran decisión de Don Juan Carlos en la que se jugó el trono no fue el 23-F; fue el nombramiento de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno, porque eligió a un señor que era ministro del Movimiento. Era una jugada arriesgada, propia de un hombre que tiene valentía y generosidad a espuertas». Y Valenciano ha agregado que fue «una suerte» que Don Juan Carlos pudiera contar con dos personas como Suárez y Felipe González.