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Casa Real

El Rey canta 'Un velero llamado Libertad' tras una intensa jornada de mar

Don Felipe ha acudido al concierto de su amigo Jaume Anglada en el Real Club Náutico de Palma

El Rey no se ha querido perder este miércoles el concierto que su amigo y antiguo compañero de regatas Jaume Anglada ha ofrecido en la terraza del Real Club Náutico de Palma. Incluso, se ha arrancado a cantar algunas de las piezas, como la canción Un velero llamado Libertad, de José Luis Perales.

Después de una intensa jornada de mar, en la que ha estado seis horas navegando, Don Felipe ha desembarcado del Aifos y, en lugar de dirigirse al Palacio de Marivent, como hace habitualmente, se ha quedado a tomar algo con sus amigos en la cafetería del Náutico.

Don Felipe, en el concierto de Jaume Anglada en la Copa del Rey Mapfre

El Rey ha competido hoy, por segundo día consecutivo, en la regata Copa del Rey Mapfre, y su velero sigue yendo el segundo en su categoría, por detrás del Teatro Soho, de Javier y Antonio Banderas.

Precisamente hoy el Rey ha estado solo en la isla, ya que Doña Letizia se ha ido a los Juegos Olímpicos de París, Doña Sofía al funeral de su tío en Atenas y sus hijas, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, todavía no habían llegado a Palma.

Mientras Don Felipe ha estado en la cafetería, no ha parado de recibir saludos de amigos, conocidos y de socios del Real Club Náutico, a muchos de los cuales conoce desde que era un niño.

El Rey, en el concierto de Anglada

Cuando iba a empezar el concierto de Jaume Anglada, el Rey ha salido a la terraza del club para no perdérselo. Antes de comenzar a cantar, el rockero ha dirigido unas cariñosas palabras de agradecimiento a Don Felipe: «Gracias, Señor, por su presencia; por estar en nuestro club, en su club; por apoyarnos; por darnos visibilidad, a este club, que tanto lo necesita, a Mallorca y a estas islas».

Y, después, Anglada ha empezado a cantar «Un velero llamado libertad», de Perales, o «Pero a tu lado» de Los Secretos, canciones que Don Felipe ha coreado también entre el público. Tras escuchar varias piezas musicales, el Rey abandonó el Náutico de Palma en el que había embarcado diez horas antes.