Casa Real La paradoja de hacer firmar al Rey una ley para que se le pueda injuriar a él y a su familia
Si finalmente la norma de Sánchez es aprobada, la Constitución obligará a Don Felipe a sancionarla, aunque le perjudique
Si el Gobierno de Pedro Sánchez consigue sacar adelante su reforma del Código Penal y finalmente el Parlamento decide despenalizar las injurias a la Corona, el Rey tendrá que sancionar esta norma para que entre en vigor, aunque le perjudique a él y a los demás miembros de la Familia Real.
La Constitución obliga a Don Felipe a sancionar las leyes que aprueba el Parlamento y no podrá oponerse, como tampoco pudo hacerlo cuando tuvo que firmar la ley de Amnistía, que iba contra todo lo que el Rey defendió en su discurso del 3 de octubre de 2017 sobre Cataluña. O cuando tuvo que sancionar los indultos a los condenados por el proceso separatista.
Tanto Don Juan Carlos como Don Felipe han tenido que sancionar muchas leyes polémicas a lo largo de la democracia, con las que probablemente no estaban de acuerdo o consideraban muy mejorables, pero el Rey es neutral ante las decisiones que adoptan las Cortes.
De hecho, han sancionado leyes como la de la Memoria Democrática, contraria al mensaje de reconciliación defendido por la Corona; o normas que iban a tener el efecto contrario de lo que se proponían, como la del Solo sí es sí, que ha reducido las penas de más de 1.200 violadores y excarcelado a más de 125.
La despenalización de las injurias a la Corona es el mejor ejemplo de hasta dónde llega la neutralidad del Monarca, que en este caso tendrá que sancionar por imperativo de la Constitución una ley que —si finalmente se aprueba— dejará a su hija, la Princesa de Asturias, mucho más desprotegida de lo que ha estado él en los 50 años de democracia.