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La semana pasada Su Majestad acudió junto a la Reina Doña Sofía a la entrega del Premio Planeta en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Ambos fueron recibidos con un sonoro aplauso a su llegada. En aquel momento los Monarcas iban acompañados de diferentes autoridades, como el presidente catalán, Salvador Illa, y vieron cómo los asistentes se pusieron en pie para recibirles con dicha ovación. Un suceso parecido vivió Felipe VI en Cantabria, en la clausura del XXVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar.

El evento se llevaba celebrando en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander desde el domingo. E hizo que Felipe VI acudiera a Cantabria seis meses después de su última visita a la comunidad autónoma donde participó en abril en Santander en el acto principal del Tour del Talento de la Fundación Princesa de Gerona, celebrado también en el Palacio de Exposiciones de Santander.

El Rey, que intervino después de la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, agradeció al público el esfuerzo por realizar unas jornadas que han abordado el papel fundamental que desempeñan las empresas familiares en la construcción del futuro de España. «Enhorabuena a todos», dijo Don Felipe. «Buen viaje a casa y espero que nos veamos el año que viene», añadió.

Su Majestad no quiso aventurarse a decir dónde serán las próximas jornadas porque aún no se ha fijado el lugar. «Muchas gracias», terminó diciendo. Unas palabras que dieron pie a que todos los asistentes comenzaran a aplaudirle. Cuando el Rey tomó asiento todo el mundo se puso en pie rindiendo tributo al Monarca, quien volvió a levantarse agradeciendo así todos los aplausos.