La Princesa se fotografía con unas jóvenes tras recibir la Medalla de Asturias
Casa Real La Princesa Leonor desvela detalles personales de su vida desconocidos hasta ahora
Relata las excursiones que hacía de niña con sus padres, las conversaciones con su bisabuela y su afición por los erizos
Los detalles personales de la infancia de la Princesa de Asturias y de la Infanta Sofía son un misterio para la mayoría de los españoles. Sus padres sí han compartido con la sociedad los momentos más importantes de la vida de sus hijas, como sus nacimientos, bautizos, primeras comuniones, confirmaciones, el primer día de clase, fotos de verano y algunas excursiones, pero apenas han trascendido anécdotas o curiosidades de Doña Leonor y Doña Sofía.
Sobre los primeros años de Don Felipe hay muchos libros escritos y entrevistas publicadas cuando aún era un adolescente. Incluso, los fotógrafos llegaron a meterse en su clase y en la intimidad de su dormitorio para hacer reportajes. Pero Don Felipe y Doña Letizia han preferido proteger la infancia de sus hijas y que sean ellas las que vayan desvelando, ya mayores, lo que consideren oportuno. Y eso es lo que ha ocurrido este jueves en el Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo.
Por eso, ha sorprendido mucho que la propia Princesa desvelara detalles de su vida personal que, hasta ahora, no se conocían. Y que lo hiciera después de recibir la Medalla de Asturias.
Una de las «novedades» que ha desvelado la Princesa han sido sus frecuentes excursiones privadas a Asturias durante su niñez: «Os confieso que vine muchas veces con mi madre y mi padre a Asturias durante mi niñez».
También ha destacado su lado asturiano como nunca antes lo había hecho: «Mi familia asturiana es muy asturianona, ya me entienden, y pude desde bien pequeñina conocer los bosques de oriente y dar paseos largos entre aquellos carbayos y castaños que ya forman parte de mi infancia».
Además, ha desvelado las conversaciones familiares con su bisabuela Menchu Álvarez del Valle, fallecida en 2021: «Nuestra bisabuela nos contaba a Sofía y a mí cómo era la Asturias en la que vivió y formó su familia. Disfrutamos mucho con sus historias de la radio de aquella época».
Y ha contado algunas de sus preferencias gastronómicas asturianas: «Recorrí playas preciosas, conocí montes, valles y pueblos increíbles, me aficioné a los oricios (erizos de mar) ante la cara de extrañeza de mi hermana, que es más de pantrucu (morcilla asturiana)… Las dos hemos sido muy felices aquí».