
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page
García-Page arremete con ironía y dureza contra el Gobierno por excluir a Albacete de las ayudas a la sequía
Como respuesta al descarte, el presidente castellanomanchego ha anunciado un paquete de ayudas de su propia Junta, confiado en que el Ministerio de Agricultura pueda «rectificar», aunque «les cueste meter alguna comarca de Girona»
Emiliano García-Page dijo ayer que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, le tenía «contento». El motivo fue que Albacete quedó excluida de las ayudas a la sequía del Ministerio: «Mirad qué es buen tío. Es de lo mejorcito que hay en el Gobierno. Con diferencia, además. Pero hoy ha sido injusto con esta tierra y lo tengo que decir. Y se lo voy a hacer saber», dijo durante la clausura del VIII Congreso de UPA en Toledo.
Como respuesta a la exclusión, García-Page ha anunciado que en las próximas semanas va a aprobar un plan «muy importante» de ayudas a la sequía, sobre todo para Albacete. Una contestación con una también «muy importante» carga de profundidad e ironía como suele ser habitual en el presidente castellanomanchego.
El dirigente socialista ha confiado en que el Ministerio pueda «rectificar», aunque «les cueste meter alguna comarca de Girona», ha sentenciado con ironía. «No pasa absolutamente nada porque, si no, se lo vamos a recordar muy a menudo y no quisiéramos tener esta mancha en el expediente del Ministerio de Agricultura con Castilla-La Mancha».
La ironía es uno de los recursos más empleados por García-Page, sobre todo para referirse al Gobierno de Sánchez y sus decisiones que afectan a Castilla-La Mancha, mayormente por defecto respecto a Cataluña, y también mayormente a la sumisión del Ejecutivo central a esta comunidad. El presidente ya se refirió, por ejemplo, al acuerdo entre el PSC y ERC, del que la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dijo que contemplaba la cesión del IRPF y otros impuestos a la administración catalana.
«No cabe en la Constitución ni en cabeza alguna», dijo entonces. Hace solo unos días también calificó el pacto de inmigración del PSOE y Junts como «absolutamente racista», admitiendo sentir «bochorno» como «socialista» y como «demócrata». «A mí ya que no me vengan con cuentos chinos de muros frente al trumpismo, frente a la extrema derecha, sobre todo cuando se está pactando con la peor (...) No se puede pactar lo que se está pactando sin vender tus valores...».
La ironía y la dureza que en realidad son las sencillas y poco usuales verdades del barquero, de quien aparte de Caronte, quien transportaba las almas de los muertos al inframundo, también se habla de uno en el río Tajo que desafiaba a sus clientes, como si fuera un Gobierno, a decirle tres verdades para no cobrarles el transporte.