El pueblo más frío de España está en Castilla-La Mancha, «la Siberia española» que volverá a serlo este sábado

En pleno invierno, con toda la región cubierta de nieve, uno tiene la sensación de llegar a algún lugar habitado en el siglo XII o XIII. Molina de Aragón, en Guadalajara a pesar del nombre, fue la capital de uno de los más importantes señoríos de la Edad Media, el de Molina.

Dicho señorío sigue presente al acercarse y divisar sus murallas y torres medievales, como la de Aragón. También hay un castillo e iglesias románicas como la de San Martín. Románico es también el puente sobre el río Gallo, por el que a buen seguro pasó el Cid.

El frío, además de sus monumentos, es una de sus características diferenciadoras: el lugar donde en 1952 se registró la temperatura más baja de la historia de España con 28 grados bajo cero. Ese fue el récord de siempre. Pero en los meses de invierno las temperaturas medias mínimas superan (por abajo) los tres grados bajo cero en su linde con Teruel.

Unas temperaturas medias mínimas que serán superadas en Molina el próximo sábado, donde la Aemet prevé que alcancen los 8 grados bajo cero, punto culminante de la borrasca Konrad, que en la región se presentará mayormente con frío y alertas amarillas por viento.

Molina de Aragón es uno de los lugares menos poblados de España, en realidad toda la zona, con miles de kilómetros cuadrados de extensión y unos tres habitantes por cada kilómetro cuadrado. A pesar de esto, Molina es villa después de ser frontera en tiempos de la Reconquista entre los reinos de Castilla y Aragón.

Tiene un barrio árabe y un barrio judío entre palacios del XV y XVI con los que creció y se extendió la ciudad en el cristianismo sobre la antigua dominación árabe, cuyo resto aún se puede ver en la torre del castillo, construido sobre el antiguo alcázar musulmán y, sobre todo, en lo alto del cerro la atalaya musulmana de la Torre de Aragón.