Está entre Ciudad Real y Toledo. La diversidad de su fauna y de su botánica, también de su geología, hacen de él un enclave mágico. Icono paisajístico del monte bajo, de la raña, entre sus bosques mediterráneos de gran belleza viven el corzo, el ciervo y el jabalí, además del buitre o del águila imperial ibérica. Una joya natural para soñar con otro tiempo en el de hoy a través de sus espectaculares rincones y paisajes.