Hablan para El Debate

La inmersión lingüística enfrenta a los portavoces del PP, Vox y Cs con la del PSC

El Debate conversa con responsables de las cuatro formaciones sobre el estado del español en Cataluña, la sentencia del Supremo y la inacción del Gobierno de Sánchez 

La lengua vuelve a ser el caballo de batalla del independentismo. Dos sentencias que se han conocido recientemente han provocado la reacción de los defensores a ultranza de la inmersión lingüística. Por un lado, la decisión del Tribunal Supremo que rechaza el recurso presentado por la Generalitat en contra, a su vez de una sentencia del TSJC. Ésta última obliga al Gobierno catalán a que en todas las escuelas haya al menos un 25 % de las asignaturas en castellano o en catalán. 

El punto de inflexión ha sido el llamado caso Canet, con una familia acosada por haber pedido más educación en español. El separatismo ha pedido «rebelarse» contra estas sentencias, que considera un ataque contra el catalán, Cataluña e incluso a la convivencia. 

¿Y qué opinan los partidos constitucionalistas? El Debate ha hablado de ello con el líder de Vox en Cataluña, Ignacio Garriga; el coordinador general de Comunicación y Estrategia Política del PP catalán, Juan Milián; el presidente del grupo parlamentario de Ciudadanos, Carlos Carrizosa; y con la diputada del PSC encargada de los temas de Educación, Esther Niubó.

–¿Qué va a pasar a partir de ahora con la inmersión en las escuelas? Hay sentencias del TS y del TSJC que son firmes sobre ampliar el uso del castellano como lengua vehicular, pero el Govern las incumple sistemáticamente.

–Ignacio Garriga: Como en anteriores ocasiones, lo utilizarán para declararse víctimas del sistema judicial y tratarán de incumplir las sentencias judiciales. Es precisamente la reiteración del incumplimiento de las leyes por parte del Govern lo que provoca que los padres se vean obligados a acudir a los tribunales, con la exposición pública y las consecuencias que eso conlleva.

Pero la ola es imparable. Sin lugar a dudas, se trata de un punto de inflexión en la lucha contra la inmersión lingüística forzosa. Se han multiplicado las solicitudes de familias que piden la escolarización en español, a pesar de la ley del silencio que pretende imponer el separatismo. Más de una treintena en la última semana, lo que supone un salto cualitativo respecto a los 80 casos particulares que han llegado a la Justicia en los últimos 15 años, cuando el TSJC todavía no había dictado una orden judicial para que se respetara un mínimo de 25 % de clases en español. Son muchos los catalanes que se han hartado de vivir bajo el yugo de un Gobierno que arrasa sus derechos e insulta la lengua de sus padres.

El líder de Vox en Cataluña, Ignacio GarrigaEfe

–Juan Milián: La mal llamada inmersión tiene los días contados. El nacionalismo, y el PSC, no solo han perdido jurídicamente la razón, también se ha demostrado que éste no era un modelo de consenso. No es de éxito, desde luego. Pero tampoco tiene un gran apoyo social. Según una encuesta de GAD3, el 64 % de los catalanes prefiere un modelo de educación trilingüe, en catalán, castellano e inglés, en lugar del monolingüismo en catalán, por el que apuesta solo el 9 %. Además, para el 60 % la primera lengua de contacto educativo de los alumnos en las escuelas públicas y concertadas de Cataluña debería ser la lengua familiar de los padres, sea ésta el castellano o el catalán. En esa mayoría social se encuentra el PP, porque defendemos la libertad de las familias y también el futuro de los hijos.

–Carlos Carrizosa: Estoy convencido de que el Estado de Derecho prevalecerá y de que el Govern no podrá seguir desobedeciendo las sentencias judiciales, cuya base jurídica es precisamente la protección de nuestros derechos fundamentales. Si el Govern se empeña en desobedecer tendrá que responder ante la Justicia y así se lo dije el otro día al presidente Aragonés y al consejero de Educación, González-Cambray. Desde Ciutadans seguiremos trabajando junto con el asociacionismo cívico para acabar con un sistema injusto y perjudicial para los niños catalanes.

–Esther Niubó: Esperamos que el Govern dé cumplimiento a las sentencias, pero que además aproveche la oportunidad para actualizar el modelo lingüístico del sistema educativo catalán y mejorar así las competencias lingüísticas del alumnado. Y que trabaje para rehacer el consenso político y reforzarlo socialmente.

La portavoz de Educación del PSC en el Parlament, Esther NiubóEP

-–¿Qué debe hacer el Gobierno de España si la Generalitat sigue desobedeciendo? De entrada, al menos el PSC en Cataluña, tiene «problemas» para conseguir una única voz sobre esta cuestión y algunos grupos municipales incluso han votado a favor de la inmersión. ¿Y vosotros, como partido, qué iniciativas tomaréis?

–Ignacio Garriga: La única forma de devolver la libertad y los derechos legítimos de todos los catalanes es suspender la autonomía, desalojar a este Gobierno mafioso y hacer cumplir la ley. El caso de Canet y las repetidas llamadas a la desobediencia del Gobierno separatista evidencian que la Generalitat vive instalada en un proyecto rupturista, beneficiado por un Gobierno traidor en Moncloa y un sistema autonómico que favorece la disgregación nacional a costa de la mayoría social.

Del Gobierno de la nación no esperamos nada. El PSOE y su filial catalana, con Salvador Illa al frente, han demostrado reiteradamente que son la principal muleta del separatismo, que les ha permitido apropiarse de las instituciones.

Frente a la llamada general a la desobediencia que se ha articulado desde el Gobierno de la Generalitat, desde Vox queremos trasladar que estamos listos para dar la batalla judicial y que seremos implacables contra todos aquellos que pretendan vulnerar los legítimos derechos de las familias que desean que sus hijos puedan estudiar en español. Al señor Aragonés y al señor González-Cambray les diría que en Vox sabemos lo que es sentar en el banquillo de los acusados a tiranos que se creían impunes.

–Juan Milián: El PSC siempre ha estado a favor de la élite nacionalista y en contra de los catalanes más vulnerables, de aquellos que no pueden pagarse una educación trilingüe como sí tienen los hijos de los consejeros de la Generalitat. En esta cuestión hay mucha hipocresía y mucho clasismo. Lamentablemente, el PSC ha estado muy cerca de Esquerra y muy lejos de la Constitución. Pero más allá de la cuestión lingüística o educativa, estos días nos encontramos ante un verdadero problema de libertad y derechos civiles. Se está acosando a un niño de 5 años y a su familia, y el Gobierno de Pedro Sánchez se ha puesto indecentemente de perfil. Son muchas las familias catalanas que sufren la pinza entre una Generalitat que les es hostil y un Gobierno que les abandona.

Los populares ya hemos empezado a presentar una batería de propuestas en el Congreso de los Diputados y en el Parlamento catalán, pero daremos la batalla por los derechos de los niños y de las familias en todas las instituciones. Nos hemos dirigido al Defensor del Pueblo, y también a la Unión Europea. También hemos presentado una proposición de ley para crear un nuevo cuerpo de alta inspección educativa que garantice estos derechos; a la vez que exigimos al Gobierno de Sánchez que haga cumplir a la Generalitat las resoluciones judiciales.

–Carlos Carrizosa: Nosotros seguiremos defendiendo un modelo trilingüe con el español, el catalán y el inglés como lenguas vehiculares. En este sentido, el PSC tiene un problema de coherencia porque llevan décadas reivindicándose como padres de la inmersión y ahora algunos se dan cuenta de hasta qué punto es un sistema injusto. En cualquier caso, el PSC tiene demasiadas hipotecas con los nacionalistas y es incapaz de romper con su propia historia de sumisión al nacionalismo.

El portavoz de Cs en el Parlament, Carlos CarrizosaEfe

–Esther Niubó: Si llegado el plazo no se hubiera dado cumplimiento, debería proceder a pedirla. La posición del PSC es clara: defensa del catalán como lengua vehicular sin excluir al castellano y criterio pedagógico y autonomía de los centros para adaptar sus proyectos lingüísticos a su realidad sociolingüística para cumplir con el objetivo de garantizar que al final de la ESO todo el alumnado termine con un pleno dominio de las lenguas oficiales y sumarle además el inglés. Las sentencias hay q cumplirlas como siempre se ha hecho, pero no compromete el modelo ni el aprendizaje del catalán.

–¿Creen que ha habido un «plan orquestado» para que la familia de Canet sea una especie de cabeza de turco, un aviso a navegantes para los que se atrevan a pedir más castellano?

–Ignacio Garriga: El separatismo ha querido convertir a un niño de cinco años y a sus padres en el chivo expiatorio de su obsesiva campaña contra el español. Su estrategia siempre es la misma. Primero manipulan a su antojo las instituciones y el dinero de todos para imponer su agenda rupturista. Después llaman a la coacción a los que disienten de su discurso y, en última instancia, azuzan a los violentos contra los catalanes de a pie. El señor González-Cambray, consejero de Educación de la Generalitat, mandó instrucciones a los directores de los centros de educación en cuanto se hizo pública la resolución del Tribunal respecto al caso de Canet, e incluso acudió a la escuela a apoyar las movilizaciones contra la familia. Cuando el Gobierno separatista señala, su red de activistas a sueldo actúa, tal y como hemos visto en los últimos días.

A pesar de todo, les ha salido mal la jugada: decenas de familias han pedido ya que se cumpla un mínimo de 25% de clases en español en los centros escolares de sus hijos, en vista de la sentencia de TSJC, desafiando así las imposiciones de la Generalitat. No vamos a dejarles solos frente a aquellos que pretenden arrebatarles sus legítimos derechos y libertades. En este sentido, Vox ha presentado ya una denuncia ante la Fiscalía contra el mosso d’Esquadra, Albert Donaire y el exprofesor de la Universidad Autónoma de Barcelona Jaume Fàbrega por incitar al odio contra la familia del niño de cinco años de Canet de Mar. Y en cuanto tengamos base jurídica, llevaremos ante la Justicia al presidente de la Generalitat y al consejero de Educación.

–Juan Milián: Sí, esta familia sufrió el señalamiento de la portavoz del Gobierno de la Generalitat y del propio consejero de Educación. Un candidato de Junts per Catalunya llamó a sus compañeros a excluir a un niño de cinco años. En Canet de Mar se ha producido una manifestación en contra de los derechos de los niños y a favor de Terra Lliure. El nacionalismo es muy mala idea, pero cuando se comporta de esa manera es también inmoral. Los socios de Sánchez han traspasado las líneas rojas de la democracia y la decencia. Sin embargo, la libertad se abrirá paso. Y estos días vemos cómo decenas de familias han superado el miedo y están siguiendo el camino de la familia de Canet. Se está creando un auténtico espíritu de Canet a favor de la libertad.

El responsable de Comunicación y Estrategia Política del PP catalán, Juan Milián

–Carlos Carrizosa: Desde luego el nacionalismo se prevale de su capacidad coercitiva, del recurso de expulsar de la sociedad al discrepante hasta el extremo de la muerte civil, y con el caso de Canet se ha puesto de manifiesto su cara más siniestra y fanática. Pero yo tengo para mí que el caso de Canet ha despertado conciencias, no solo en Cataluña sino en toda España. De ahí que nos parezca razonable hablar del espíritu de Canet como una reacción cívica al totalitarismo lingüístico de la Generalitat.

–¿Qué les parece el papel que están jugando los sindicatos? El sábado se manifestaron junto al Govern a favor de la inmersión. ¿Y del Síndic?

–Ignacio Garriga: Los trabajadores están secuestrados por unos sindicatos al servicio de los intereses del Gobierno separatista. UGT, por ejemplo, ha recibido al menos 2.274.080 euros en 2020 de subvenciones varias, un 8 % más respecto a 2019, cuanto ya obtuvieron un 10 % más respecto a 2018, cuando les regalaron un 3 % más respecto a 2017. CCOO, por su parte, ha recibido en 2020 por lo menos 2.244.133 euros en subvenciones de la Generalitat. Por eso, la misma semana que se anuncia el cierre de la fábrica de Nissan en Barcelona, que dejará a cientos de trabajadores en el paro, se apuntan a la persecución de un niño por querer clases en su lengua. Ésas son las prioridades de los dirigentes de los sindicatos de clase: arrodillarse ante el poder y vender a sus afiliados por jugosas subvenciones.

Respecto al Síndic de Greuges, el señor Rafael Ribó, no nos sorprende que se mantenga callado frente al descarado ataque a una familia que desea educar a su hijo en su español. Es una correa de transmisión más del separatismo institucional y actúa como comisario de su propaganda. En su larga trayectoria de 17 años al frente de la institución, su principal preocupación ha sido la de engordar su agenda de colocación a 70 empleados y preservar los privilegios de la mafia separatista. Su silencio es una prueba más de que la figura del Síndic de Greuges debe ser eliminada.

–Juan Milián: El actual Síndic siempre ha sido una pieza más del engranaje nacionalista. Una pieza muy cara, eso sí. Por esta razón hemos acudido al Defensor del Pueblo y a la Unión Europea. Los sindicatos también han estado siempre a favor del poder nacionalista y, por lo tanto, en contra de los trabajadores catalanes. Las empresas se van, las inversiones no llegan, la factura de la luz está por las nubes, pero ellos solo se manifiestan en contra del español y de los derechos de las familias hostigadas por la Generalitat.

–Carlos Carrizosa: Es síntoma de una sociedad gangrenada por el nacionalismo, lo contrario de la sociedad abierta que nosotros defendemos. Lo del Síndic ya es de aurora boreal: la antítesis de un defensor del pueblo. En lugar de defender a los ciudadanos de los atropellos de los gobernantes, defiende los atropellos frente a las quejas de los ciudadanos y nos deja en la indefensión más absoluta ante un Govern iliberal.

–¿Creen que la inmersión es el nuevo mantra del independentismo ante la falta de unidad para la «hoja de ruta independentista»?

–Ignacio Garriga: El hecho de que los separatistas azucen el conflicto lingüístico y nieguen cualquier diversidad en Cataluña es un ejemplo de lo alejados que están de la realidad social de los catalanes. Recordemos que el español es la lengua de uso habitual en Cataluña, antes, ahora y en el futuro. Es impensable que se les niegue a millones de españoles el derecho a ser educados en su lengua. Además, son precisamente sus imposiciones las que están poniendo en riesgo un patrimonio común como es el catalán. Por la vía de la politización e imposición de la lengua, la convierte en desagradable y molesta para muchos. Todo esto, fruto del sistema de las autonomías que ha fortalecido a los partidos separatistas. Ahora, los catalanes están demostrando que están listos para romper los falsos consensos que ha construido el separatismo a través de la imposición de su relato falsario.

–Juan Milián: El independentismo, junto a las políticas de Ada Colau en Barcelona, han provocado la decadencia de Cataluña en términos económicos y culturales, pero también de seguridad y convivencia. Ahora se rasgan las vestiduras y atacan a las familias que piden la educación en catalán y también en español, en las dos lenguas, pero los peores enemigos del catalán son ellos mismos, los nacionalistas. Están convirtiendo la lengua en un arma política de exclusión y señalamiento. Es una de las razones por las que decrece el uso social del catalán. Es lamentable, pero la están convirtiendo en una lengua antipática.

–Carlos Carrizosa: Sin duda. Pero es un dogma de siempre, que no resiste el más mínimo debate racional. El separatismo padece un serio problema de agotamiento de materiales y de hartazgo de los ciudadanos. De ahí que recupere de nuevo las esencias de su supremacismo lingüístico.

–Esther Niubó: No hay q confundir inmersión con monolingüismo. Es una herramienta pedagógica que hay que modular en cada entorno al servicio del aprendizaje de las lenguas oficiales.