Los movimientos de la dirección nacional del PP también se sienten en Cataluña
El líder del PP catalán, Alejandro Fernández, se posiciona claramente a favor de la celebración de un congreso extraordinario. Teodoro García Egea apostaba precisamente por un relevo en la cúpula del partido en Cataluña
El presidente del PP catalán, Alejandro Fernández ha tardado en dar su opinión sobre la batalla interna que se vive en el seno del partido, pero lo ha hecho con contundencia. Fernández deja claro que no se trata de «un mero conflicto interno de poder, sino un divorcio traumático con el sentir de nuestros afiliados». Y ante algo así, añadía el dirigente popular, «no podemos quedarnos tocando la lira observando el incendio». Por este motivo insta a «tomar decisiones drásticas que den la voz al afiliado ya». Bien es cierto que el presidente del PP catalán está recuperándose de una operación, de ahí su perfil bajo desde el punto de vista mediático, pero ni siquiera en redes sociales se había pronunciado hasta ahora al respecto.
Sí lo habían hecho con anterioridad otros dos pesos pesados del partido en Cataluña. Se tata del presidente provincial del PP en Barcelona, Manuel Reyes, que el pasado jueves, vía Twitter, decía que el partido necesita estar «unido» frente a Sánchez, «a los radicales y al populismo». Y dejaba claro que «no es momento para ambiciones personales o deslealtades, sino de seguir al lado de Pablo Casado», a su juicio, «la única garantía de cambio».
También el exalcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, decía ese mismo día que «España necesita un gobierno con un proyecto de país y un liderazgo claro. Pablo Casado tiene mi confianza y vamos a seguir remando para que sea el próximo presidente del gobierno».
Reyes y García Albiol se pronunciaban el jueves, cuatro días después lo ha hecho el presidente del PP catalán, para apostar por la celebración de un congreso extraordinario y que las bases elijan. Movimientos en Madrid que también se notan en Cataluña, donde el partido se encuentra en una situación complicada. De ahí, que la dirección nacional, especialmente el secretario general, Teodoro García Egea, pensara en hacer cambios que pasaban, fundamentalmente, por alzar a Manuel Reyes como presidente del PP catalán en detrimento de Alejandro Fernández. Pero esta operación se vio truncada por la aparición del exalcalde de Badalona en los llamados «papeles de Pandora». En cualquier caso, hay que tener en cuenta que precisamente Reyes y Garcia Albiol, a instancias de García Egea, fueron los primeros dirigentes del PP en mostrar su apoyo explícitamente a Pablo Casado.
Y eso que Alejandro Fernández fue uno de los valedores de Casado en Cataluña, donde mayoritariamente se apoyaba a Soraya Sáenz de Santamaría o incluso a María Dolores de Cospedal. Ese apoyo tuvo recompensa y Fernández fue elegido presidente del PP catalán en noviembre de 2018. Sin embargo, las cosas últimamente habían cambiado, Teodoro García Egea avalaba el relevo en la cúpula del PP catalán y Casado tampoco se oponía a esta posibilidad.
¿Y cómo pueden influir estos movimientos de Madrid en el partido en Cataluña? Dirigentes y militantes consultados por El Debate dicen que es «un desastre», especialmente ahora, en un momento en que el partido podía ir marcando perfil propio y empezar una nueva fase de recuperación. «No es bueno ni el escenario, ni las circunstancias, ni nuestra situación interna», decía un dirigente.
Y es que efectivamente, movimientos en el seno del PP catalán, también los hay. Hay quienes consideran «lógicas» las intenciones de Teodoro García Egea porque «no se puede ir a ninguna parte con tres diputados». Se puede ser muy brillante en el Parlament, decir «cosas ingeniosas» o que «quedan muy bien», pero el partido no arranca. Y a esto hay que añadir, nos dicen, que Fernández ha ido acompañado en las últimas elecciones por personas que no son propiamente del PP. La número 2, Lorena Roldán, se afilió poco antes de las elecciones catalanas (venía de Ciudadanos), mientras que la que fue número 3, Eva Parera, iba como independiente, y hace unos días dimitió como diputada al impulsar su propio partido, Valents. Una dimisión que ha calmado un poco los ánimos. Otros, en cambio, consideran que Fernández puede ayudar a que el PP catalán recupere «si es que lo dejan trabajar».
El congreso del Partido Popular en Cataluña se celebrará en noviembre.