Testigo Directo
Los apátridas
La manifestación a favor del bilingüismo ha sido un éxito pese al boicot del PSC. La ausencia de Feijóo ha sido muy visible
Decía Pio Cabanillas: «cuerpo a tierra que vienen los nuestros». Pues bien, la manifestación de hoy en Barcelona convocada por «Escuela de todos», una plataforma que agrupa a 15 organizaciones apartidistas que piden algo tan simple como que las sentencias se cumplan y el español sea lengua vehicular en las escuelas de Cataluña junto al catalán, se ha caracterizado más por las ausencias que por las presencias.
El PSC ha boicoteado el acto y si hace cinco años acudió, pero poniéndose de perfil y sin mandar a su líder a la manifestación del 8 de octubre contra la Independencia, esta vez se alineó con sus socios independentistas y se quedó en casa. El PP, hoy, hizo de PSC hace cinco años y acudió, pero sin Feijóo y su ausencia fue lo más visible de la mañana.
El constitucionalismo catalán es el ejercito de Pancho Villa, la resistencia gaullista en Francia en la Segunda Guerra Mundial, los judíos del Exódo en Chipre. Su lucha cuenta siempre con el odio y el desprecio del gobierno catalana y la casta que lo rodea. En el pasado era percibido como una molestia por los Gobiernos populares o socialistas de Moncloa porque la voz de esos catalanes les recordaba, cada vez que pactaban con Pujol o con Artur Mas, que esos catalanes son algo más que unas papeletas a contar cada cuatro años. De las peores cosas que ha hecho Sánchez en los años que lleva en Moncloa es presentar a los catalanes que hoy estábamos en la calle como fachosos inadaptados y quitarnos parte de la solidaridad con la que contábamos de millones de españoles tras los desastres de septiembre y octubre de 2017.
Las demandas judiciales contra la imposición del monolingüismo no las presento ningún partido político, fueron familias catalanas como la de Canet, tan catalanas o más que las de Junqueras y Puigdemont. La manifestación de hoy no la convoco ningún partido, fueron catalanes víctimas del nacionalismo y de los suyos. Al nacionalismo le interesa plantear sus reivindicaciones como un conflicto «con España». Es falso, la suyo es un intento de ingeniería social que tiene por objetivo que manifestaciones como las de hoy no se convoquen.
Un éxito
La manifestación de hoy fue un éxito, no porque hubiera millones de personas, sino porque los medios catalanes la silenciaron porque los catalanes no nacionalistas son molestos para los independentistas pero también para el PSOE. Los catalanes asistentes a la manifestación de hoy no estamos representados por nadie en la famosa mesa de negociación entre el Gobierno de España y el de la Generalitat, ¿Somos apátridas?
La manifestación de hoy fue un éxito solo porque se convocó y en toda España pudieron oír y ver que en Cataluña hay mucha gente que estamos hartos del nacionalismo y abandonados por nuestro gobierno y por nuestro país. La manifestación de hoy fue un éxito porque se llevó a cabo a pesar de que el que probablemente será próximo presidente del gobierno, Nuñez Feijóo, vista su ausencia, hubiera preferido que no se celebrara.
La ley lingüística aprobada por el Parlament tras la sentencia que obligaba a que los centros educativos impartieran un 25% de la docencia en lengua española, lo que implicaba pasar de 24 horas semanales en catalán y 3 en español a 21 y 6 respectivamente, establece que la lengua propia de Cataluña es el catalán y degrada al español meramente a lengua oficial pero al no ser propia es, en consecuencia ajena de Cataluña. No es solo retorica, es la cuestión central. Pues bien, la mayoría de catalanes, millones, tienen como lengua materna al español y en aplicación consecuente de la nueva legislación aprobada por los independentistas, podemitas y socialistas esos millones de personas no somos catalanes.
Que millones de catalanes no sean considerados como tales solo por el hecho de querer hablar, en España, también en español o por ser hispano hablantes de nacimiento es algo aberrante que apoya el PSOE y defender lo contrario no le pareció a Feijóo lo más importante que podía hacer hoy.
En este estado de cosas podemos concluir que España, hoy, sigue siendo España gracias a los miles de españoles de Cataluña que esta mañana de domingo han salido a la Calle y a las decenas que han organizado la manifestación. Son los mismos que organizaron la del 8 de octubre de hace 5 años. Esos miles de personas son los que defienden a España en la primera trinchera. Si fuera por los dos grandes partidos nacionales ni el 8 de octubre del ‘17 ni lo de hoy se hubiera llevado a cabo y quizás España a día de hoy no sería España. En definitiva: cuerpo a tierra que vienen los nuestros.
Los miles de catalanes que hoy hemos asistido a la manifestación estamos rodeados, enfrente tenemos a nuestros convecinos independentistas dispuestos a todo para mantener el régimen que tanto les favores. A nuestras espaldas tenemos, en la retaguardia tenemos el gobierno de España que nos ataca de forma coordinada con los independentistas… y el PP se declaro neutral…los que hoy estábamos en la calle somos, para ellos, menos importantes que el acercamiento al PNV.