Contra la imposición lingüística en Cataluña
Manifiesto íntegro: «Español, lengua vehícular»
Por su interés, reproducimos el Manifiesto íntegro de Esscuela de Todos a favor del español como lengua vehicular
«El castellano es lengua oficial en toda España. Es la lengua común de todos los españoles.
»En Cataluña, el español es la lengua materna de más del 55% de la población. Su oficialidad no es un capricho o una arbitrariedad.
»Sin embargo, el español no es considerado lengua vehicular en la escuela en Cataluña. Su exclusión priva a la mayoría de los catalanes de aprender en su lengua materna. La Unesco defiende que la primera enseñanza se haga en la lengua familiar del alumno.
»Es una anormalidad sin parangón en las naciones democráticas, que no responde a ninguna lógica pedagógica.
»Las razones son identitarias. Los nacionalistas tratan de modelar una sociedad con el catalán como única lengua de cohesión y de referencia. Además, utilizan el sistema educativo para favorecer la separación de Cataluña de España con prácticas hispanofóbicas.
»Incomprensiblemente, la exclusión del español y las actividades separatistas han sido y son toleradas por los gobiernos de España. Recientemente, ha cuajado la alianza entre los nacionalistas en Cataluña y el gobierno de España para privar de herramientas jurídicas a los que defienden una escuela con el catalán y el castellano como lenguas vehiculares.
»Las familias y asociaciones que llevamos luchando muchos años a favor de los derechos lingüísticos de los alumnos catalanes y por la plena vigencia de la Constitución en las aulas catalanas, repudiamos ese pacto.
»Ha llegado el momento de decir «¡basta!». Estamos aquí hoy para poner fin a esta situación y con ese objetivo realizamos siete peticiones:
Primera: Que el conjunto de la sociedad española, y especialmente las fuerzas políticas, se comprometan a conseguir la vehicularidad del castellano en todo el sistema educativo, adoptando las medidas académicas y jurídicas que sean necesarias para lograrlo.
Segunda: Que el gobierno de España cumpla y haga cumplir la Constitución en Cataluña, en las demás Comunidades Autónomas con lengua cooficial y en todo el país.
Tercera: Que los tribunales ordinarios y el Tribunal Constitucional amparen los derechos lingüísticos de los alumnos catalanes y acaben, de una vez por todas, con la vulneración de su derecho fundamental a una educación en la que el castellano sea, junto con el catalán y el aranés en el Valle de Arán, lengua vehicular.
Cuarta: Que se ponga fin a la arrogante y permanente desobediencia a la Constitución y a las decisiones judiciales de la que hace gala el gobierno de la Generalitat. Ningún Estado puede llamarse de Derecho cuando sus gobiernos, autoridades e instituciones actúan al margen de la ley, se jactan de ello y, además, lo hacen sin que haya ninguna consecuencia.
Quinta: Que las instituciones de la Unión Europea reprueben las actuaciones de los gobiernos autonómicos y estatales que sean contrarias a los valores europeos.
Sexta: Que el Gobierno de Cataluña cambie su política lingüística represora e intimidante y haga del castellano una lengua protegida, prestigiada y de convivencia.
Séptima: Que los ciudadanos se sientan libres para hablar en la lengua que deseen, en la escuela y fuera de ella, y no se dejen acosar por los que pretende recortar sus derechos y libertades.
»Es nuestra voluntad mantener el compromiso de todos los aquí presentes con Escuela de Todos, las asociaciones que la integran y las entidades que nos han respaldado para continuar trabajando con firmeza y convicción en el objetivo de poner fin a la marginación del español como lengua vehicular. Queremos una Cataluña en la que el bilingüismo sea real; en el que las instituciones y la escuela utilicen tanto el español como el catalán y el aranés; y en la que sean respetadas y reconocidas todas las lenguas oficiales.
»El afecto al español, tanto en Cataluña como en todas las Comunidades Autónomas, es la única base posible para la convivencia, una convivencia que no es posible si se excluye como lengua vehicular a la lengua común de todos los españoles y materna de la inmensa mayoría de ellos.
Hay que poner fin a la limitación de derechos derivada de dicha exclusión. No son admisibles más dilaciones. Hemos dicho «¡basta!».