La inseguridad en la Barcelona de Colau deja un muerto y comercios saqueados en las fiestas de la Mercè

Las Fiestas de la Mercè en Barcelona se han convertido en un escenario nada amable para los ciudadanos. Los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana actuaron para disipar a los vándalos que se concentraron principalmente en la Avenida Maria Cristina. Los saqueos a los distintos comercios y la quema de contenedores y vehículos han provocado el malestar de los vecinos de la zona.

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, asegura que «el desgobierno de Colau y el PSC es igual a inseguridad y degradación. Urge enviarlos a la oposición y abrir una nueva etapa en la ciudad». Por su parte, la portavoz del PP en el Parlamento de Cataluña, Lorena Roldán dice que «la situación es totalmente insostenible».

De todos modos, el peor episodio de la segunda noche de estas fiestas ha sido la muerte por apuñalamiento de un joven de 25 años, alrededor de las 3:30 horas de la madrugada. Los servicios de emergencia han conseguido llegar a tiempo y trasladar con vida a este hombre al Hospital Clínic, donde finalmente ha fallecido.

Además, en la playa del Bogatell se produjo otro apuñalamiento en el cuello, tal como ha informado la periodista Anna Punsí. En este caso, el joven se encuentra intubado en el Hospital del Mar, el más cercano a esta zona, debido a la gravedad de las heridas y su pronóstico es reservado.

El Servicio de Emergencias Médicas de la Generalitat ha informado que ha atendido, en el marco de las fiestas de la Mercè, a un total de 46 personas: 38 en estado leve, seis es menos grave, una grave y otra, trasladada al hospital y en estado crítico.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha valorado lo sucedido en una entrevista en Catalunya Ràdio. «Sabemos que por horario y sitio el apuñalamiento no tiene que ver con los destrozos. Se ha producido en otro ámbito y los Mossos lo están investigando. Esto no tendría que pasar nunca, lo lamentamos mucho», ha comentado.

Colau, además, ha subrayado que los autores de los actos vandálicos son «una minoría» y tienen nada que ver, ha insistido, con los que desean celebrar unas fiestas de forma cívica.