La alcaldesa de Barcelona, Ada ColauDavid Zorrakino / Europa Press

El laberinto catalán

Colau rompe el hermanamiento de Barcelona con Tel Aviv y acusa a Israel de 'apartheid'

El hermanamiento entre las ciudades a ambos lados del Mediterráneo será anulado, dado que, además del partido de Colau, ERC también dará su apoyo a la propuesta

La Sindicatura de Greuges de Barcelona, defensor del pueblo a nivel municipal, propuso en diciembre de 2022 que Barcelona rompiera su hermanamiento con Tel Aviv vigente desde desde los acuerdos de Oslo de 1998. Colau, entusiasmada con la idea, lo llevará al pleno municipal de este mes de febrero.

La ciudad de Barcelona tiene firmados hermanamientos parecidos al de Tel Aviv con ciudades como La Habana o San Petersburgo, pero para al alcaldesa el atropello a la democracia y los derechos humanos en Cuba no merece atención, porque sencillamente niega que tales atropellos sean llevados a cabo por el régimen castrista. Tampoco la agresión rusa sobre Ucrania merece para ella ninguna actuación, y la relación entre Barcelona y la capital imperial rusa –donde, por cierto, Putin fue vicealcalde a finales del siglo pasado– no peligra en ningún caso.

El argumento del defensor local es que, a su parecer, Israel practica un apartheid sobre el pueblo palestino. Colau cuenta con un largo historial de activismo propalestino y de antisemitismo. El Ayuntamiento de Barcelona es uno de los 85 municipios españoles que ha apoyado las campañas de BDS, Boicot, Desinversión y Sanciones, una organización que ha promovido la creación de los denominados «espacios libres de apharteid israelí». En octubre de 2022, el Tribunal Supremo, a instancias de una denuncia de ACOM, Acción y comunicación de Oriente Medio, declaró ilegal que una administración pudiera financiar con fondos públicos una campaña de BDS. A pesar de esta sentencia, en la web de BDS figuran instituciones locales de Cataluña, Baleares y la Comunidad Valenciana, así como diversas universidades públicas de estas comunidades autónomas.

La obsesión antisemita de Colau abarca sus dos mandatos municipales. En 2017 la Fira Literal de Barcelona, subvencionada tanto por el Ayuntamiento de la Ciudad Condal como por la Generalitat, invitó a Leila Khaled, una terrorista palestina que en 1969 participó en el secuestro de un avión comercial con destino a Tel Aviv. Khaled es miembro de la dirección del Frente Popular para la Liberación de Palestina, un grupo considerado terrorista por la Unión Europea. A diferencia de España, por donde se paseó sin control alguno por parte de la policía, Khaled tiene la entrada vetada en países como el Reino Unido.

La actuación de Colau contra Israel es contumaz. En septiembre de 2018, a petición de Eulalia Reguant, una concejal de la CUP en el Ayuntamiento de Barcelona, Colau movió hilos para que no se celebrara un partido de waterpolo femenino entre España e Israel en la vecina Molins de Rei. El partido tuvo que suspenderse.

La plataforma de hermandad con Tel Aviv, encabezada por Martín Gurría, ha lanzado una campaña en Change.org contra la ruptura del hermanamiento. A la campaña se han unido organizaciones como la Liga Internacional contra el racismo y antisemitismo o la Cámara de Comercio de Israel en España. A pesar de esta campaña y de que el Alcalde de Tel Aviv es del partido laborista, hermano del PSC, el hermanamiento entre las ciudades a ambos lados del Mediterráneo será anulado, dado que, además del partido de Colau, Esquerra Republicana de Cataluña también dará su apoyo a la propuesta. Los socialistas han anunciado su abstención, y por su parte los concejales de Valents, Ciudadanos, Junts per Cataluña y el PP votarán en contra.