Laura Borràs entrando al TSJCEFE

Cataluña

Laura Borràs niega que cometiera irregularidades en la ILC y traspasa la responsabilidad a los jefes de administración

También insiste en que hay una «persecución política» en contra de ella

La presidenta de Junts, Laura Borràs dice que nunca ha cometido irregularidades cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), y por lo tanto no ha vulnerado la ley de contratos menores. Es decir, no hubo fraccionamiento de trabajados para favorecer a un informático amigo suyo, Isaías Herrero, porque, por un lado, los trabajos no superaban los 18 mil euros fijados por la ley y además se trataban de encargos diferentes y en distintos años. Así lo ha dicho durante su declaración ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, en la última sesión del juicio en el que está acusada de prevaricación y falsedad documental. La fiscalía pide para ella seis años de prisión y 21 de inhabilitación.

Borràs ha sido la última en declarar, después de que hace una semana lo hicieran los otros dos acusados, Isaías Herrero y el empresario Andreu Pujol. Herrero apuntó directamente a la expresidenta del Parlament, al asegurar que pactaron fraccionar pactaron fraccionar su trabajo, que consistía en la gestión de la web de la entidad, a través de varios contratos de obra y servicio, que «no podían pasar el importe de 18.000 euros». También explicó que por cada contrato presentaban tres presupuestos, de los que uno era el correcto y los otros dos, los «presupuestos comparsa» que ya sabían que serían rechazados. Él mismo realizaba todos estos presupuestos y Borràs le decía cómo hacerlo.

Traslada la responsabilidad a trabajadores de la ILC

Borràs ha descargado responsabilidades y se ha escudado en los funcionarios y los trabajadores de la Institució. Y es que, en ningún momento, ha asegurado, presentaron objeciones a todos estos contratos ni los responsables administrativos de la entidad, ni los interventores del Departamento de Cultura. Es más, ha asegurado que confiaba en Assumpta Pagespetit, la que era jefa de administración porque era «muy minuciosa y muy exigente» en su trabajo. Y también fue ella la que le explicó que la entidad sólo trabajaba mediante contratos menores. Eso sí, Borràs ha explicado que acabó siendo la «intermediaria» entre Pagespetit y Herrero porque ambos no se entendían.

Por lo demás, la líder de Junts ha explicado que la Institució firmaba cada año unos 800 contratos menores, pero sólo están en entredicho los 18 que ella firmó en cinco años, los que encargó precisamente a Herrero. Al final de su interrogatorio, la expresidenta del Parlament ha asegurado que sufre una «persecución política».

La defensa de Borràs intenta desacreditar los correos electrónicos

Por la mañana, ha sido el turno de los peritos presentados por la acusación y por la defensa de Borràs, que han debatido sobre si se mantuvo la integridad de los correos electrónicos que los agentes de la Guardia Civil y de los Mossos obtuvieron del ordenador de Isaías Herrero. Y es que uno de los caballos de batalla de la defensa de Borràs es precisamente desacreditar estas pruebas, porque en algunos casos se obtuvieron sin autorización judicial o bien no se pudo garantizar la cadena de custodia. Pero los peritos de la Guardia Civil han defendido su trabajo, también el de los Mossos y han recordado que clonaron los dispositivos de Herrero en el Tribunal Supremo y se dio una copia a la defensa y la original se quedó a disposición del tribunal. Este clonado ya no se tocó más.