El ciberataque al Hospital Clínico es obra de hackers extranjeros

la Agencia de Ciberseguridad de Cataluña dice que el ciberataque al Hospital Clínico, que ha calificado de «sofisticado y complejo» es obra de hackers de fuera de España. En concreto, la responsable es la empresa Ramson House. De ahí que esta agencia está trabajando «codo con codo» con los Mossos y también con la Interpol. Se ha dejado claro que no se va a pagar ningún rescate pro los datos a la empresa, con la que aún no ha habido ningún contacto. Mientras tanto, se resiente la actividad asistencial en el hospital. Todo es más lento porque se tiene que hacer manualmente y se han reprogramado cirugías no urgente y visitas a consultas externas.

El director general de la Agencia de Ciberseguridad de Cataluña, Tomàs Roy ha explicado que este ciberataque es «sofisticado y complejo», por el alcance que ha tenido y por las técnicas utilizadas, y ha explicado que están haciendo una recuperación gradual de la información mientras priorizan levantar los servicios y contener el impacto de daños. También ha destacado que nos e han visto afectadas las copias de seguridad porque estaban «custodiadas off line».

El director médico del Hospital Clínico, Antoni Castells, ha explicado que en estos momentos es «muy difícil» saber cuándo se va a poder restablecer la normalidad., pero de momento, el impacto en la actividad asistencial está siendo importante. Se han anulado unas 150 cirugías no urgentes, entre dos mil y tres mil visitas en consultas externas y medio millar de extracciones, que están pendientes ahora de reprogramación, a la espera de que se pueda acceder al historial clínico de los pacientes.

El sistema que contiene esta información sobre los pacientes no está afectado, el problema es la interacción con este sistema, que está dañada. De ahí que se tenga que trabajar «más lento y en papel». Por este motivo se mantiene la actividad urgente y la atención a los más de 800 hospitalizados en el centro. Eso sí, para reducir la presión sobre las urgencias se siguen derivando a otros hospitales, como el Vall d'Hebron, Sant Pau, el Hospital del Mar, Bellvitge o Germans Trias i Pujol, los llamados «códigos», como ictus o infartos.

El servicio de farmacia de los pacientes ingresados se ha tenido que hacer en papel, por lo que «se tarda más en preparar la medicación y la búsqueda de la medicación se hace manualmente».

No es el primer ataque de estas características. En octubre del año pasado ya lo sufrieron los hospitales Moisés Broggi, Dos de Maig y General de Hospitalet de LLobregat; y en 2021 fue atacada la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).