El presidente de la Generalitat, Pere AragonèsEFE / Alejandro García

Cataluña

El Gobierno catalán culpa al Estado del cierre del Canal de Urgel por la sequía

La infraestructura ha cerrado este martes, cinco meses antes de lo previsto. Es una medida inédita en 160 años

«¿Cómo hemos podido llegar hasta aquí? ¿Qué ha hecho el gobierno español los últimos meses para evitar una situación, que ya lo decimos, es catastrófica?». Es el reproche que hacía la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, y al Estado, en definitiva, por el hecho de que este martes haya cerrado el Canal de Urgell, una medida inédita en los 160 años de la infraestructura. El Ministerio es quien gestiona el Canal. Esta medida afecta a unas 50.000 hectáreas de cultivos de cinco comarcas: Urgell, Pla d’Urgell, la Noguera, les Garrigues y el Segrià. Los agricultores estiman pérdidas millonarias, y por este motivo piden la Declaración de Zona Catastrófica.

Plaja decía que «nunca vamos a buscar ni a señalar culpables respecto a la sequía que sufre Cataluña, pero lo que sí pedimos y urgimos es que se haga una buena gestión de la poca agua que aún tenemos». Eso sí, acto seguido recordaba que «la parte del canal de Urgell es competencia del gobierno español» o que quien «gestiona el Canal de Urgell es el Ministerio» a través de la Confederación Hidrográfica del Ebro, la CHE, a quien instaba a «tomar decisiones y a tomarlas ya, con carácter inmediato».

Además, la portavoz el Govern ha acusado al Estado de no hacer caso al «llamamiento casi desesperado de la consejera Jordà a la CHE para que tomara medidas de ahorro, de eficiencia del agua para no llegara al punto en el que estamos hoy, que per primera vez se ha tenido que cerrar el canal de Urgell, con todo lo que esto significa». Por este motivo, ha lamentado que «se haya pasado de 0 a 100», de «no hacer una planificación a tener que cerrar el canal», apuntaba Plaja.

Propuesta de la Generalitat

Para la Generalitat es «urgente» modernizar el canal, y en este sentido, ha lanzado su propuesto, que pasa por que el Govern financie el 60 %, y el Estado asuma el 40 % restante. Aún así decía Plaja, «si el gobierno del estado español no está dispuesto a asumir este convenio, seguiremos trabajando para seguir avanzando en todo lo que esté en nuestras manos para la modernización del canal». Y destacaba que por parte de la Generalitat hay una partida «reservada» de 138 millones de euros, que engloban ocho proyectos distintos para modernizar la infraestructura.

Por otro lado, la portavoz del ejecutivo catalán decía que el Govern siempre estará «al lado de la payesía, como ya lo estuvimos cuando las heladas de hace unos meses». Y también avanzaba que este jueves, el presidente de la Generalitat visitará Mollerussa (Lérida), aunque también precisaba que «necesitamos medidas urgentes por parte del gobierno español».

Pero a los agricultores no les parece que ese apoyo del Govern sea suficiente. De hecho, le reprochan que no se haya aprendido la lección de la última sequía, en 2008 y que se paralizaran infraestructuras que ahora serían fundamentales, como más desaladoras o potabilizadoras. Y no sólo cuestionan la gestión que está haciendo la Generalitat de la sequía, sino de la política agraria en general, como, por ejemplo, para hacer frente a la plaga de conejos que afecta a una buena parte de los campos de Lérida.

Lo cierto es que las compuertas del canal principal ya se han cerrado este martes, aunque el agua dejará de circular de forma progresiva hasta este miércoles. Y es que el canal no quedará completamente seco. Se garantizará el abastecimiento de los municipios afectados, teniendo en cuenta que el canal lleva el agua de boca para una población de 77.000 habitantes.

Pero el cierre del canal sí afecta a unas 50.000 hectáreas de cultivos de las 70.000 que riega el conjunto de la infraestructura, dejando al sector agrícola en una situación muy complicada. Y es que difícilmente se podrá salvar la cosecha de cereal de invierno, mientras que los productores de fruta, fundamentalmente de manzana y de pera, tampoco tienen un panorama mejor, teniendo en cuenta que el agua que se dará puntualmente sólo servirá para la supervivencia de los árboles ante el calor del verano.