Cataluña
Candidatos en territorio «comanche» de Cataluña
Partido Popular y Vox han tenido ya algunos problemas durante la campaña electoral. En Vic, unos radicales destrozaron el cartel que colgaba el alcaldable popular. En Salt, intentaron reventar un acto de la formación
Pau Ferran Navarro es candidato del Partido Popular en Vic, una «plaza complicada», como él reconoce, y en la que no es fácil ser del PP. De hecho, poco después de que empezara la campaña, él estaba colgando unos carteles electorales, y unos radicales los arrancaron de malas maneras. Tampoco es fácil ser candidato de Vox. A su candidata en Mataró, Mónica Lora, sólo la salvó de la agresión que se interpusiera un militante; y en Salt, un grupo de radicales intentó boicotear un acto en el que participaba el líder de la formación en Cataluña, Ignacio Garriga. Un cordón policial de los Mossos, lo impidió.
«Hay gente muy intolerante, pero hace lo mismo que el propio Ayuntamiento». Quien lo dice es Pau Ferran Navarro, candidato del Partido Popular en Vic. De hecho, el propio consistorio ha llegado a prohibir a los populares que instalaran una carpa informativa en la calle sobre el 25% de castellano. Es una pena, asegura, que «esta hostilidad venga ya potenciada por el propio Ayuntamiento. Tenemos que mirar la historia y recordar cosas que pasaban hace más de 40 años».
«Seguimos más fuertes»
Y algunos ciudadanos, más radicales, también siguen la estela del propio consistorio. En Sant Jordi, por ejemplo, destrozaron la carpa de los populares. Más recientemente, arrancaron los carteles electorales. «Nos amenazaron, nos insultaron», dice Pau Ferran Navarro, que también explica: «Mucha gente se pregunta que por qué hay partidos políticos que tienen dificultades para penetrar en algunos lugares. Y es que hacer campaña electoral en estas condiciones es realmente complicado. La verdad es que, como candidato, no le recomiendo a nadie la experiencia, porque a veces piensas que no vale la pena. Pero somos gente comprometida, valiente, y por mucho que nos intenten agredir o amenazar, seguimos más fuertes».
Aunque eso sí, Navarro prefiere quedarse con la otra cara de la moneda: «más allá de algunas personas que son totalmente intolerantes, y que pienso que ni ellas mismas creen en la democracia, nos tenemos que quedar en todos aquellos que cuando nos ven nos paran, nos saludan, nos tratan con respeto y educación, y además aseguran que nos van a votar. Porque hay muchas personas en Vic a quienes no les gusta que se tenga esa imagen de su ciudad, como una ciudad en la que la intolerancia, la falta de respeto y el incivismo son habituales».
Quizás sea por ese hartazgo, pero las perspectivas para el PP en Vic son bastantes buenas, e incluso las encuestas pronostican que, esta vez sí, entrarán en el Ayuntamiento. Navarro deja claro cuáles son los problemas de la ciudad: la degradación en materia de seguridad (los robos con violencia han aumentado un 116%), también el incremento de la ocupación ilegal; y la movilidad. El alcaldable del PP dice que algunas políticas en movilidad se parecen mucho a las que pone en práctica Ada Colau en Barcelona.
Vox, con problemas en Mataró y Salt
También en Vox han sufrido esta intolerancia antes y durante la campaña. En Sant Jordi, fueron atacadas algunas paradas o carpas instaladas por la formación verde en varios municipios. Y ya en campaña, en Mataró, por ejemplo, el padre de una joven promesa del Barça intentó agredir a la candidata, Mónica Lora, aunque se interpuso un militante. Lora ha explicado a El Debate que pasó miedo: «no fui agredida de milagro, porque se puso delante Manuel para evitarlo. Y también actuaron los Mossos, que dio la casualidad que estaban allí y pudieron llevárselo». Pero reconoce que en situaciones así, piensa si vale la pena todo, teniendo en cuenta que tiene familia.
Pero Mónica Lora, que también es diputada en el Parlament, deja claro que se está llegando a esta situación «cuando nos señalan con mentiras, porque se incita a la violencia». Y apunta directamente a ERC, porque está impulsando un cordón sanitario contra Vox: «se podría decir que, desde el Govern, ellos disparan y otros ejecutan. Y a veces nos encontramos que son personas que no tienen nada que perder». Eso sí, Lora repite que no los van a amedrentar y que lo único que pretenden es tener «una campaña y unas elecciones tranquilas, que nos dejen en paz, y que el 28 de mayo, los ciudadanos decidan».
«Sin pedir permiso, y sin miedo»
Y en Salt, un grupo de radicales intentaron impedir que Vox celebrara un acto en la localidad. Lanzaron piedras y otros objetos a la línea policial, y también vaciaron extintores. Aun así, el acto se pudo llevar a cabo. El candidato de Vox en este municipio es Sergi Fabri. Él nos ha explicado que el día a día es relativamente tranquilo, porque los radicales «sólo son valientes cuando actúan en manada».
Aun así, reconoce que no es fácil ser candidato de Vox en la provincia de Gerona, y en un pueblo como Salt donde prácticamente la mitad de la población es inmigrante. «Hay que ser de otra pasta», dice, aunque también «nos sentimos muy protegidos por la gente que nos quiere». «Siempre hay una parte del independentismo que hace señalamientos en una asociación de vecinos en la que puedas estar; o en una feria de abril a la que puedas ir, siempre hay alguien que intenta hacer ese señalamiento para quitarte de la vida social del municipio. Pero nosotros lo decimos: estamos en nuestra casa, vamos a ir a todos los sitios, sin pedir permiso ni perdón, y si tenerlo miedo a nada, ni a nadie», sentencia Fabri.
Lo cierto es que Vox cuanta con tres concejales en Salt, y el objetivo es poder condicionar al próximo gobierno municipal, según Fabri. Para ello esperan conseguir uno o dos concejales más. «El cuarto concejal es fácil y el quinto es factible», precisa el alcaldable de Vox.