Jaume Collboni, alcalde de Barcelona gracias a Colau y al PP

El socialista Jaume Collboni es el nuevo alcalde de Barcelona tras conseguir 23 votos a favor, dos más que la mayoría absoluta, y que ha reunido gracias a los 10 concejales del PSC, los 9 de Barcelona en Comú y los cuatro del Partido Popular. Xavier Trias se ha quedado con 16 votos, los de su partido, Junts y ERC. Vox ha votado a su candidato, a Gonzalo de Oro Pulido.

La sorpresa saltaba sólo una hora antes del inicio del pleno, cuando Barcelona en Comú anunciaba que finalmente iban a apoyar la candidatura de Collboni y que, además, iban a permanecer en la oposición. Ésta era precisamente la condición que los populares ponían encima de la mesa para votar también a favor de Collboni, que ni Colau ni los comunes estuvieran en el gobierno.

Todo parecía encaminado para que la ciudad de Barcelona tuviera un alcalde independentista, puesto que el candidato de Junts y ganador de las elecciones, Xavier Trias, y el republicano Ernest Maragall habían alcanzado un pacto de gobierno que incluso habían ratificado la militancia de ambas formaciones. Y, sobre todo, teniendo en cuenta, que en el otro lado, en el lado socialista, parecía que no acababan de salir sus planes

El propio Collboni había presionado a los comunes en los últimos días para que votaran a favor de su investidura, para evitar un gobierno independentista y asegurar un alcalde progresista. En una comparecencia el jueves les había ofrecido incluso entrar en el gobierno municipal. Pero los comunes se mantenían en el no, porque no querían participar de ninguna ecuación con el Partido Popular. Y el PP, a su vez, seguía insistiendo en su negativa a que Colau o los comunes estuvieran en el ejecutivo. El viernes por la tarde se intensificaron las conversaciones, las reuniones y las llamadas, y el resultado ha sido ese giro de guión que ha acabado con Collboni como alcalde.

Collboni: «seré el alcalde de todos»

En su primer discurso como alcalde, Jaume Collboni ha prometido que será «el alcalde de todos y de todas» y ha defendido su investidura: «desde el punto de vista democrático es legítimo y se tiene que respetar». En esta línea, ha remarcado que cuando se pone la ciudad por delante «sabemos avanzar» y por este motivo, ha dejado claro que la puerta de la alcaldía «estará siempre abierta» para todos, excepto para Vox.

También ha dicho que dos van a ser sus objetivos principales: «reforzar la unión entre los barceloneses y el ayuntamiento y dotar Barcelona de un gobierno que responda de la forma más fiel posible aquello que los ciudadanos han expresado en las urnas». Y ha insistido en que Barcelona será una ciudad más ordenada, más segura y más limpia.

También ha tenido palabras para sus predecesores. De Ada Colau ha destacado su trabajo y dedicación en tiempos muy complicados, y de Xavier Trias ha remarcado su papel en la trayectoria de Barcelona. Ha dicho que con él ha compartido muchas conversaciones sobre la ciudad y su futuro a pesar de las diferencias.

«El mal menor» de Colau

Una de las protagonistas de la jornada, la líder de Barcelona en Comú, Ada Colau, dice que han votado a Collboni «sin entusiasmo, como un mal menor». Ha negado que hubiera cualquier tipo de pacto con los socialistas. De hecho, ha asegurado que se negó a «firmar un pacto secreto para un gobierno de coalición» entre PSC y PP.

Pero ha precisado que a pesar de los desplantes que el socialista ha tenido con ellos en los últimos meses, han optado por votar a favor de su investidura, porque con Xavier Trias tienen «modelos de ciudad opuestos» y no quería evitar «un gobierno de Junts que fue barra libre para la especulación, turismo masificado u olvido de barrios populares. Entenderá que no nos pareciera buena idea que Junts, que la Convergencia del 3% no volviera al ayuntamiento de Barcelona ni a gobernar esta ciudad».

Y a Collboni también le ha advertido que sus votos se pueden considerar un «voto envenenado» porque es «imposible gobernar la ciudad con sólo 10 concejales. Y, por lo tanto, añadía “se tendrán que hacer pactos, y estos tienen que ser con fuerzas de izquierdas».

La «responsabilidad» de Sirera

El líder del PP en el ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, ha dicho que ha cumplido con la palabra que dio durante la campaña electoral: que Barcelona no tuviera un alcalde separatista y que Ada Colau y los comunes no estuvieran en el gobierno municipal. Y confía es que esto último, no sólo sean gestos, sino que se mantenga a lo largo de la legislatura.

A Collboni le ha dejado claro que no es un apoyo «para que siga haciendo lo que ha hecho en los últimos años», sino para trabajar, apostar por el crecimiento económico o para «que no se esconda cuando el Rey de España viene a Barcelona». También ha asegurado que lo más cómodo para él era que se votara a él mismo y permitiera a Xavier Trias ser alcalde. Pero no le ha gustado que Trias llegara al pleno con un acuerdo cerrado con ERC “para construir el frente independentista que promueve Pere Aragonès".

Trias y el no saber perder con elegancia

Xavier Trias ha empezado su intervención con tono resignado: «esto es la democracia. Hay que saber perder y hay que saber ganar con elegancia. (...) Y ha gente que no sabe perder con elegancia». Pero posteriormente ha ido elevando el tono y ha denunciado que la operación que se ha visto este sábado no es "casualidad”, que ya es la tercera vez que pasa. Ha recordado que primero lo intentó el gobierno central, «personas muy importantes» para «destruirme», explicando que «tenía doce millones y queriéndome hundir». Posteriormente le ocurrió a Ernest Maragall, seguía Trias. Eso fue en las elecciones pasadas, pero los socialistas y Barcelona pel Canvi, del exprimer ministro francés, Manuel Valls, decidieron apoyar la investidura de Ada Colau. Trias ha señalado a la «gente que utilizó al señor Valls, que es un invento del señor Collboni, que intentó de todas las formas posibles hacer lo mismo que han intentado hoy».

En cualquier caso, Trias les ha dicho al propio Collboni, pero también al popular Daniel Sirera y a Ada Colau que han hecho «un mal favor a la ciudad y al país», entre otras cosas porque han mentido para evitar que un alcalde independentista gobernara la ciudad. Y por este motivo, según él, no tienen tampoco la conciencia tranquila, y una prueba de ello es que no le han podido «mirar a la cara».

Muy crítico se ha mostrado el republicano Ernest Maragall que ha hablado de «espectáculo indigno» y considera que el pleno «tiene que ver con poder, frío, descarnado, explícito». Y ha insistido en esta idea en varias ocasiones: «hemos existido al espectáculo del poder tomando decisiones por encima de cualquier decisión democrática». también ha lanzado un mensaje a Colau y a Collboni, a «aquellos que se dicen progresistas y transformadores, pero que lo desmienten totalmente en nombre del poder».