La última exigencia del independentismo: reconocer el catalán en la presidencia europea
Se muestran molestos también por no haber recibido oficialmente desde el Gobierno las prioridades de trabajo para estos seis meses
El bloque independentista está molesto con Moncloa. Después de unos años de entendimiento, conforme se acercan las elecciones la comunicación no es tan fluida y eso hace que aumente la tensión. El último choque ha surgido a raíz de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea.
JxCat, ERC y Plataforma per la Llengua reclaman al Gobierno que se aprovechen estos meses para fomentar el uso del catalán y reclamar en Europa que se reconozca oficialmente como lengua en las instituciones europeas. Se trata de una vieja petición por parte del independentismo que en su día Zapatero solicitó y Bruselas le denegó porque había que modificar los tratados.
Ahora el independentismo vuelve a la carga con el tema. Se basan en una respuesta formal del Consejo de la UE al eurodiputado irlandés Chris MacManus para asegurar que España nunca llegó a pedir la inclusión del catalán y alegan que no haría falta retocar ningún tratado, sino simplemente un reconocimiento unánime por parte de los 27.
«El Gobierno español miente, gobierne quien gobierne», denuncia Miriam Nogueras, candidata de JxCat a las elecciones generales, quien asegura que siempre ocurre lo mismo cuando se habla de Cataluña. Ataca también al PSC y al PSOE por su «falta de compromiso» y lamenta que no hayan recibido «oficialmente» aún las prioridades de la presidencia española del Consejo de la UE. Entre ellas, por descontado, no se encuentra la defensa del catalán.
Lo que no tiene en cuenta el independentismo es que en la Unión Europea existen solo 24 lenguas oficiales: el alemán, el búlgaro, el checo, el croata, el danés, el eslovaco, el esloveno, el español, el estonio, el finés, el francés, el griego, el húngaro, el inglés, el irlandés, el italiano, el letón, el lituano, el maltés, el neerlandés, el polaco, el portugués, el rumano y el sueco. Hay países que tienen otras lenguas oficiales dentro de su territorio, pero estas no están reconocidas por Europa.
Es el caso de Bélgica, por ejemplo, donde el flamenco tiene carácter de lengua oficial y no ocurre así dentro de la Unión Europea. Además, siguiendo la teoría del independentismo, que pide la inclusión del catalán, España también debería solicitar la oficialidad del gallego, el valenciano, el vasco e incluso del aranés, pero eso no entra dentro de sus reclamaciones.