La nueva presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret, posan con la vara de su nuevo cargoEuropa Press

Cataluña

El PSC arrincona a Junts y la socialista Lluïsa Moret logra la presidencia de la Diputación de Barcelona

  • Ha recibido el apoyo de los comunes, de Tot per Terrassa y dos tránsfugas de Junts

  • La formación de Puigdemont se queda sin apenas poder municipal

El PSC se ha hecho con una de las joyas de la corona, la Diputación de Barcelona. La alcaldesa de Sant Boi, Lluïsa Moret, se ha convertido en la nueva presidenta del organismo, tras conseguir el apoyo de los comunes, de la diputada de Tot per Terrassa y de dos diputados de Impulsem Penedès, plataforma que se presentó en coalición con Junts en las últimas elecciones municipales. De esta forma, la formación que dirige Laura Borràs se queda en una situación muy complicada y prácticamente sin poder municipal. Sólo gobierna en Sant Cugat, un municipio mediano y en la Diputacion de Gerona.

Moret ha sido proclamada al ser la más votada en la segunda vuelta --en la primera nadie ha obtenido mayoría absoluta necesaria--, y ha obtenido los mismos votos que en la primera: 25 apoyos con 17 del PSC, 5 de los comunes, uno de TxT y dos de los independientes. En su primer discurso como presidenta, ha definido a su gobierno como «amplio plural, de progreso y progresista» ha asegurado que apostará por el diálogo y en consenso más allá de las diferencias y de las siglas políticas.

La diputada de los comunes, Candela López, ha celebrado que doce años después, la Diputación de Barcelona vuelva a tener un «gobierno progresista», y ha extendido la mano a ERC para que pueda formar parte de este gobierno. Y «colaboración y diálogo» es lo que también ha prometido el republicano Dionís Guiteras.

Desde Junts, Neus Munté ha lamentado que no haya sido posible construir «una alternativa» porque «otras formaciones han querido el riesgo cero antes que un gobierno con parámetros propios». Pero no ha desaprovechado la ocasión para recordar a «operación de estado» en el ayuntamiento de Barcelona que permitió a Jaume Collboni ser alcalde de la ciudad. Y por este motivo, cree que los socialistas siempre dispondrán del «comodín» de votos del Partido Popular.

Y el diputado del PPC Xavier García Albiol ha lamentado que no se haya llegado a un acuerdo en clave municipalista porque los comunes han puesto «líneas rojas» por criterios ideológicos”. Desde Vox, Jordi Albert ha celebrado que el separatismo no gobierne la institución, aunque la alternativa sea lo que llamado el «pacto del Sanchismo», es decir, el acuerdo entre socialistas y comunes.

Debate interno en Junts

De esta forma, ya se han configurado los pactos en las cuatro diputaciones. PSC y ERC gobernarán en las diputaciones de Tarragona y Lérida; Junts presidirá la de Gerona tras un pacto con los republicanos, y los socialistas la de Barcelona. Esto se traduce en que Junts se ha quedado sin poder local, lo que también ha abierto un debate interno en la formación. Algunos sectores no acaban de entender por qué la dirección optó por no reeditar el pacto con los socialistas. Y a esto hay que añadir que los dos diputados independientes de Junts se han desmarcado de la formación que dirige Laura Borràs, y sí formarán parte del gobierno de la Diputación de Barcelona.

Como decíamos, el poder local de Junts queda muy mermado. Sólo le queda el ayuntamiento de Sant Cugat y la Diputación de Gerona. Pierde poder político, pero también económico. Están en juego dos millones de euros en sueldos tras su salida del ejecutivo de este ente supramunicipal.

No hay que perder de vista que la Diputación de Barcelona cuentacon un presupuesto de casi 1.300 millones de euros y con más de cuatro mil funcionarios a su cargo. Y un organismo ideal para colocar a amigos y repartir subvenciones a medios de comunicación afines. Y Junts, sin estar en el gobierno de este organismo, pierde, y mucho. Un agujero enorme al que hay añadir el que supuso cuando salieron también del gobierno de la Generalitat. Entonces perdieron 23 millones de euros en sueldos de 300 altos cargos, que están obligados a dar un 4% de sus retribuciones a la formación.

Y está por ver también qué pasa con Marcela Topor, la esposa del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Desde 2018, ella ha cobrado unos 330 mil euros por la dirección y presentación del programa, The Weekley Mag, un espacio realizado en inglés que dura algo menos de hora y media, que se emite una vez a la semana en la Xarxa Audiovisual Local (XAL), de la Diputación de Barcelona. El sueldo de Topor es de seis mil euros mensuales. Está por ver cuál es la decisión del nuevo equipo de gobierno del organismo, y si decide renovarle el contrato a Topor.