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Cataluña

Un colegio de Barcelona quiere que los alumnos que hablan español usen el catalán como «lengua de pensamiento»

Así consta en el proyecto lingüístico de la escuela Vedruna de Artés, según ha denunciado la Asamblea por una Escuela Bilingüe

La ofensiva para arrinconar al español en los centros educativos de Cataluña se ha hecho mucho más intensa en los últimos meses. Una ofensiva que se plasma en sus proyectos lingüísticos. Es el caso de la escuela Vedruna de Artés (Barcelona). En el texto, se dice que se «atenderá a los alumnos castellanohablantes», con los que tendrá una «atención especial». ¿Y cuál es el objetivo? «Que estos alumnos progresivamente vayan adoptando el catalán como lengua de pensamiento, de expresión y de relación con otros de su entorno».

Así lo ha denunciado la Asamblea por una Escuela Bilingüe, la AEB, que estos últimos meses está analizando los proyectos lingüísticos de las escuelas catalanas y viene denunciando la presión que se ejerce sobre los alumnos y las familias que tienen al español como lengua materna para que adopten el catalán como lengua habitual. En este caso, la AEB denuncia que la escuela Vedruna Artés «quiere cambiar la lengua en la que piensan los alumnos castellanohablantes y bilingües y que la lengua de pensamiento sea el catalán». Y deja claro que el modelo de inmersión lingüística que se practica en los centros educativos de Cataluña «no es un método de aprendizaje del catalán, sino de ingeniería social para que rechacen el castellano».

También el presidente de Impulso Ciudadano, José Domingo, lamenta que esta escuela Vedruna «aplica la inmersión sin vendas y sin anestesia. El objetivo es cambiar los usos lingüísticos de los alumnos castellanohablantes. En defensa del plurilingüismo tienen que dejar el castellano y pasar al catalán».

El inglés, antes que el español

Lo cierto es que desde la Generalitat se ha intentado vender que los proyectos lingüísticos de los centros tenían que ser un reflejo de la realidad sociolingüística del entorno en el que se encontraban y adaptarse a ella, de tal forma que se hiciera más necesaria la presencia del catalán en centros con mayoría de alumnos castellanohablantes, y con un refuerzo del español en escuelas que sucediera a la inversa.

Pero la escuela Vedruna de Artés demuestra que el objetivo final no es precisamente ése, y siguiendo el camino marcado por la consejería de Educación, busca que el catalán se convierta en la lengua de expresión, de relación y de pensamiento del alumnado. Y eso que más de la mitad de sus estudiantes proceden de familias catalanohablantes (53,3 %) y un 22 % de familias castellanohablantes.

La Escuela Vedruna ya deja claro en el proyecto lingüístico que «tanto por la voluntad de servicio a la comunidad en la que se integra, como por el convencimiento de los que forman parte de ella, se considera una escuela catalana en todos los aspectos: respecto a la lengua, a la cultura y a la relación con la comunidad».

Y en concreto, en el ámbito de la lengua, se dice que el centro «usará el catalán en la práctica docente cotidiana, en los documentos de planificación y programación de su actividad, en los diferentes aspectos de la gestión y en su relación con las familias y con el entorno». Como criterio general, considera el catalán «como la lengua propia de Cataluña», y, por lo tanto, la que normalmente se utiliza como lengua vehicular y de aprendizaje del sistema educativo. Se dice que el español se introduce en el primer ciclo de Educación Primaria, mientras que el inglés se empieza a introducir antes, en infantil. Y se especifica que habrá una hora semanal de lengua inglesa «a nivel oral».