Cataluña
Àlex Ramos (SCC): «Los separatistas son los que van en contra de Cataluña. Son ellos los que dividen»
Considera irresponsable que se quiera transmitir la idea que en 2017 no ocurrió nada, «por un puñado de votos»
Álex Ramos es vicepresidente de Sociedad Civil Catalana (SCC). Es el encargado de organizar la manifestación de este domingo. También lo fue de la de hace seis años. Aquélla que se consideró como histórica al reunir en las calles de Barcelona a un millón de personas, y que dijeron ‘basta’ a los intentos de los separatistas por imponer una secesión unilateral.
–Fue el coordinador de la manifestación de 2017, también la de este año. ¿Cuáles son las sensaciones? Hace seis años, desde luego, las previsiones se desbordaron
–Ciertamente. La esperábamos muy grande. Calculábamos más de cien mil personas, pero se multiplicó por ocho o por nueve. La estimación estaría alrededor del millón de personas. Pero sí, se desbordó en 2017. Y hoy estamos preparando la de este domingo. Son motivaciones distintas y momentos distintos. Ahora estamos en un momento de gran polarización política, y por otro motivo que hace seis años.
Lo que hacemos ahora es interpelar a la sociedad civil, no tanto a los partidos políticos, que no estarán ni en la cabecera, ni detrás de la pancarta, para decir bien claro: «No en mi nombre. Ni amnistía, ni autodeterminación». Consideramos que no corresponde estas medidas por lo que ocurrió en el 2017. Y ahí estaremos la sociedad civil, llamando a cualquier persona que se sienta interpelada, de centro, de derechas o de izquierdas, independientemente de la posición de cualquier organización política, a que participe a título individual
–¿Por qué no amnistía?
–Consideramos que lo que ocurrió en 2017 fue real, estaba tipificado en el Código Penal, era un delito. Además, se fracturó la convivencia en Cataluña desde el punto de vista político; económico, porque se fugaron miles de empresas; se fracturó la sociedad catalana. Y podría haber sido más grave, mucho más grave. Fue muy irresponsable que desde el gobierno de la Generalitat se fomentara una rebelión en contra de la otra mitad de Cataluña.
Lo que pretendían era crear un nuevo Estado rompiendo todas las reglas que nos habíamos convenido los españoles, y los catalanes incluidos, votando la Constitución. Un ejemplo es lo que pasó los días 6 y 7 de septiembre de 2017. Los independentistas quisieron, por la puerta de atrás, promulgarse una ley de desconexión de España, de referéndum- Y lo hicieron de forma torticera en el Parlamento. Y luego nos arrastraron a una confrontación social inaudita. Y fundamentalmente por una cuestión de falta de empatía con los catalanes que no estábamos en ello, y nos excluían de un proyecto en el que tampoco queremos estar. Querían formar un pequeño país, con una parte de catalanes independentistas, en un mundo endogámico que no tiene ninguna salida y con un 44% de apoyo. Ahora, incluso menos, con un 39%.
Y así no se puede promover un proyecto de este tipo. Es un proyecto, además, de unas élites que ya son las más favorecidas de Cataluña, porque no es una rebelión de los más pobres, de los más desfavorecidos ni mucho menos. Pero es que, además, la autodeterminación no cabe en nuestra Constitución, ni en otras que preserva su integridad territorial, y sólo corresponde en caso de colonias o vulneración grave de derechos y libertades.
–De todo eso que hicieron los independentistas y que ha explicado antes, han dejado claro que no se han arrepentido, y que lo van a volver a hacer. En estas condiciones, ¿se puede promover una amnistía?
–Después de lo que ocurrió, que fue real, se pretende borrar ahora aquel delito o las consecuencias de ese delito, de tal modo de que quede la idea de que no hubo nada malo. Entonces, si está bien aquello que se hizo, que fue un intento de autodeterminación. Y si les concedes la amnistía, prácticamente les estás abriendo la puerta para que lleven a cabo la independencia, que es lo que intentaron en 2017 de forma unilateral, ilegal, ilegítima, y en contra de organismos jurídicos de la Generalitat, del Gobierno, del Tribunal Constitucional y de Europa.
Y ahora dicen que seguirán teniendo presente la unilateralidad, que lo volverán a hacer. Y no sólo eso, sino que eso se plantea después de unas elecciones generales en las que el independentismo tuvo de los resultados más bajos de las últimas contiendas. Ha perdido 900 mil votos, pero paradójicamente tienen la llave del Gobierno de España. Es inaudito, que 1,5 millones de votantes de partidos separatistas, quieren imponer un relato al Gobierno de España, y en contra de doce millones de personas del sector conservador. Y se hace porque hay personas que necesitan un puñado de votos y se venden por lo que sea. Ahí detrás está el factor humano, pero es una irresponsabilidad.
Los independentitas, catalanófobos
–Desde el Gobierno se nos dice que Cataluña está más pacificada, entre otras cuestiones, por los indultos. Pero los independentistas no se conforman y piden más y más
–No es cierto que está más pacificada. Es una justificación para decir que las políticas que hace son las correctas. Pero yo niego la mayor. Se han concedido indultos, se ha abolido la sedición y se ha reformado la malversación, y no se ha pacificado nada. La diferencia entre ahora y 2017-2018, es que simplemente, entonces, los grandes partidos se unieron para aplicar el 155. Y el Poder Judicial, que es independiente del Ejecutivo y el Legislativo, actuó y, con todas las garantías procesales. Gracias a eso se les ha desconectado, descabezado, y no tienen fuerza para hacer más, porque ellos desde luego quieren hacerlo. Y si les amnistiamos, lo que se conseguirá es volver a empezar. Y aquí no hay ideología. Es un oportunismo para seguir gobernando. Es muy irresponsable.
–Por cierto, según la portavoz del Govern, Patria Plaja, son unos catalanófobos
–Me hace gracia que esta señora, que es muy joven y que seguro no vivió la dictadura, diga estas cosas. Los que son catalanófobos son ellos, que dividen a los catalanes. El catalán es algo más diverso y plural que su pequeñez de ser catalanes endogámicos, en el que sólo caben ellos con su proyecto que no va a ningún sitio. Ellos son los que van contra Cataluña y son los catalanófonos, porque separan. Respetamos a los independentistas, pero este país tiene cinco siglos, y cabemos todos, y el futuro es juntos y más fuertes. Este pequeño país que pretenden no nos interesa. Y, además, los catalanes somos todos, no sólo los independentistas.
–¿Y qué les diría a los ciudadanos que dudan en ir a la manifestación?
–Hay que ir porque lo que no podemos hacer los ciudadanos, la sociedad civil, es abstenernos y luego mirar cómo actúan los políticos a su antojo. Y sobre todo, después de unas elecciones en las que no se trató la amnistía ni la autodeterminación. Entonces, estos temas eran una línea roja, pero ahora se lo sacan de la chistera para seguir gobernando. Eso no vale. Y no se puede permanecer impasible ante un abuso de este tipo. No puede ser votar sólo en las elecciones, y luego dejar que los partidos hagan lo que les dé la gana durante cuatro años. La sociedad civil está para fiscalizar al Gobierno y unos partidos que sólo miran sus intereses. Por eso, hay que ir, por responsabilidad y para que no nos hagan tragar con un gran sapo con el que no estamos de acuerdo.