Cataluña

Iceta creía en 2018 que lo que hizo Puigdemont «fue ilegal» y «desaparecieron los derechos de los ciudadanos»

El argumentario socialista es que el presidente del Gobierno no miente, cambia de opinión. Iceta se suma a esta praxis, aunque la hemeroteca no lo aguante todo

Corría diciembre de 2018, Pedro Sánchez había accedido a la presidencia del Gobierno tras una moción de censura unos meses antes y Josep Borrell, socialista catalán y bestia negra del separatismo, ocupaba el Ministerio de Exteriores. Un año antes los socialistas habían apoyado la aplicación del artículo 155 de la Constitución para frenar la independencia unilateral de Cataluña impulsada por Oriol Junqueras y Carles Puigdemont; y en octubre de 2017 Salvador Illa y Miquel Iceta habían participado en las masivas manifestaciones constitucionalistas contra las actuaciones unilaterales e ilegales de Puigdemont y Junqueras.

A las puertas de la Navidad de 2018, en el Parlamento catalán se celebra un debate en el que Miquel Iceta –aún líder del PSC en Cataluña y luego ministro de Administraciones Públicas– habla con libertad y opina de Puigdemont y sus políticas, dado que no imagina que años más tarde lo necesitará para la investidura de Pedro Sánchez como presidente de Gobierno.

Hoy los socialistas están a punto de acordar con el separatismo la amnistía de Puigdemont y sus secuaces y que el pacto es posible. Pero por aquel entonces el actual ministro de Cultura y Deportes afirmó –desde la tribuna parlamentaria y en referencia a los plenos del 6 y 7 de septiembre de 2017 en los que se aprobaron las llamadas leyes de desconexión– que «lo que pasó en este Parlamento el 6 y 7 de septiembre de 2017 es lo peor que se ha hecho en Cataluña desde 1977». Iceta en su intervención no quiere dejar pasar la oportunidad de manifestar claramente su posición e insiste: «el 6 y el 7 de septiembre la mayoría independentista decidió 'petarse' el Estatuto y la Constitución».

Más adelante en su intervención el entonces primer secretario del PSC no deja atisbo de duda sobre la posición socialista en relación con las decisiones ejecutadas por el Gobierno presidido por Puigdemont y vicepresidido por Oriol Junqueras: «lo que aprobaron fueron leyes ilegales, celebraron un referéndum ilegal e hicieron una declaración de independencia ilegal».

Desde el atril Iceta clama: «hicieron desaparecer los derechos de los ciudadanos», y como guinda les recuerda que: «el consejo de garantías estatutarias declaro ilegal su actuación por unanimidad».

El argumentario socialista es que el presidente del Gobierno no miente, cambia de opinión. Iceta se suma a esta praxis, aunque la hemeroteca no lo aguante todo. La relación de Iceta con el independentismo no fue siempre la mejor. En mayo de 2019, tras las elecciones generales de abril de ese año, Pedro Sánchez pretendía nombrar a Iceta presidente del Senado para lo cual el Parlamento catalán debía aprobar la propuesta del grupo parlamentario del PSC. Pero la mayoría independentista se negó a votar a Iceta alegando que Miquel Iceta «no había mostrado empatía» con los líderes independentistas encarcelados.