El teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls (i), y el portavoz del grupo municipal de ERC, Jordi Castellana (d), firman un acuerdo de presupuestosEuropa Press

Cataluña

El Ayuntamiento de Barcelona también se apunta a las políticas para arrinconar el castellano

  • En el mandato de Ada Colau se aprobó un plan de promoción del catalán de 24 millones de euros

  • En el pleno de esta semana se ha aprobado una propuesta de ERC para que las entidades soliciten una subvención al Ayuntamiento, lo hagan exclusivamente en catalán

La Generalitat está haciendo de la imposición del catalán su gran caballo de batalla en los últimos años. Lo está haciendo en la educación, y ahora también quiere extenderlo a otros ámbitos, como es el de la sanidad. El ejemplo del Govern lo están siguiendo otros ayuntamientos, como el de Gerona, que exigirá a las empresas con contratos públicos, que utilicen el catalán. Si no, habrá penalizaciones. Y el Ayuntamiento de Barcelona no podía quedar al margen, especialmente tras el pacto entre socialistas y republicanos, de momento solo para los presupuestos municipales, y está por ver si es también de gobierno.

En cualquier caso, para dar su apoyo a las cuentas, ERC sacó el compromiso de crear la Oficina de la Lengua Catalana, un espacio de atención a la ciudadanía para hacer del catalán lengua de uso social generalizada en la ciudad. Contaría con una dotación inicial de 4 millones de euros. Pero las medidas para fomentar el uso del catalán, y, por lo tanto, arrinconar el castellano, no se quedan ahí.

En el último pleno municipal se aprobaron una serie de medidas presentadas por ERC que iban en esa dirección. Entre ellas, una propuesta que contempla incluir «la promoción del uso social del catalán en la ciudad como objetivo estratégico transversal en el próximo Plan Estratégico de Subvenciones del Ayuntamiento». La iniciativa también pide incorporar la perspectiva lingüística en los criterios para la convocatoria de subvenciones.

Pero, además, recoge que se pueda introducir el catalán como ámbito temático en la Convocatoria general de subvenciones del Consistorio para el próximo año «con sus correspondientes programas, requisitos y criterios y dotación presupuestaria, para favorecer los proyectos y las acciones en favor de la lengua catalana, impulsados por cualquiera de los sectores que conforman la sociedad civil barcelonesa». Y esta propuesta fue aprobada no solo por ERC, que ha sido su impulsora, sino también por el PSC, Junts y los comunes.

Para la concejal de ERC Elisenda Alemany, la ciudad no se puede permitir que solo el 28 % de los jóvenes tengan el catalán como lengua habitual, y ha defendido que es necesaria una medida de este tipo porque la ciudad «no puede perder el catalán, es parte de lo que somos y de lo que queremos conservar».

La concejal de ERC Elisenda Alamany, en abril de 2023Europa Press

El pleno también aprobó, a propuesta de los republicanos, crear una comisión de estudio para fomentar la presencia del catalán en el entorno digital y en sus nuevos formatos tecnológicos para «promover así el uso de la lengua entre los jóvenes». Y de lo que se trataría es de estudiar la estrategia municipal que el Ayuntamiento puede llevar a cabo para «revertir» la situación actual.

Colau aprobó 24 millones para el catalán

Eso ha ocurrido, como decíamos, en el último pleno municipal. Pero es que durante el mandato de Ada Colau se aprobó un plan para fomentar el catalán en la ciudad, con 68 medidas concretas, y con 24 millones de euros de prepuesto. Ese plan lo tendría que aplicar el actual gobierno municipal.

Así, por ejemplo, y en el ámbito económico, para empresas y comercios, contemplaba un paquete de apoyo a comercios para el uso del catalán, que incluiría cursos, o guías de conversaciones. También habría cursos específicos para aquellas empresas que estén instaladas en Barcelona y se incorporaría un pequeño vocabulario en catalán en las guías y folletos de bienvenida para el turismo. En el plan se recordaba la «función sancionadora» del Ayuntamiento, aunque desde el equipo de gobierno se quiso matizar que no se trataba de imponer multas por la rotulación, sino a «denuncias por discriminación lingüística».

En el ámbito de la educación, formación y deporte, se recogían acciones como «invitar a influenciadores que hablan en catalán a los centros educativos de secundaria», y especialmente en aquellos barrios y distritos donde se utiliza menos el catalán; establecer un sistema de padrinazgo para los alumnos recién llegados de otros países y zonas del estado donde el catalán no se habla, y realizar formación en prácticas lingüísticas para entrenadores/as de deportes y árbitros que trabajan con niños y jóvenes.

Pero también establecía que el catalán «sea la lengua por defecto en las intervenciones del alcalde y de los concejales»; también que sea la lengua por defecto en la publicidad institucional y en los canales informativos del Ayuntamiento. Y así hasta llegar a 68 medidas que abarcaban otros ámbitos, como el sanitario, el cultural o de la ciencia.

En cualquier caso, solo PP y Vox se opusieron a las propuestas lingüísticas de ERC. Para el concejal popular Juan Milian, efectivamente la lengua catalana tiene que ser protegida, pero del nacionalismo catalán, porque lo único que ha conseguido «tras casi medio siglo de políticas nacionalistas ha sido un brutal descenso del uso del catalán entre los jóvenes». Milian recordaba que en 2007 el catalán era la lengua principal del 43 % de los jóvenes, mientras que ahora lo es del 25 %.

Para el concejal del PP el problema es que se ha «latinizado» el catalán. Es decir, se ha convertido «en una lengua de poder, de la administración, de imposición, de coacción. Y el resultado es que es antipática para una parte de los ciudadanos». Y ha advertido que manteniendo estas políticas de imposición del catalán y arrinconando al castellano, «lo único que conseguirán es que el catalán se convierta en una lengua antipática y que hoy lo hablen menos jóvenes que ayer, pero más que mañana». Y dejaba claro que para el nacionalismo, «es más importante el poder que su lengua».

Para el líder de Vox en Barcelona, Gonzalo de Oro, la propuesta de ERC, y especialmente la que condiciona la petición de subvenciones al uso del catalán, es una muestra más «del sectarismo lingüístico que quiere aplicar el separatismo de ERC». Y recordaba unas palabras del antiguo presidente de los republicanos, Heribert Barrera, quien aseguraba que «el bilingüismo implica la desaparición de Cataluña como nación».

También dejaba claro que, «por suerte», Barcelona es una ciudad bilingüe que habla en castellano y catalán «libremente». Y por este motivo, consideraba «lamentable» que se pretendan excluir para poder acceder a una subvención a aquellas entidades que presenten la solicitud con la documentación en castellano.

Y en la misma línea de Milian, advertía que, con el «sectarismo lingüístico», los nacionalistas están consiguiendo el efecto contrario, y es que cada vez lo hablen menos catalanes. Y todo ello, con la falsa idea de «normalizar», que, a juicio de Gonzalo de Oro, no se trata de otra cosa que «de imponer el catalán, arrinconando y eliminando al castellano».

El concejal de Vox ha mostrado su preocupación por el hecho de que el PSC ceda a las «exigencias» de ERC para «imponer el monolingüismo». Y recordaba que ya en el anterior mandato, el gobierno municipal formado por comunes y PSC, ya cedió a esa presión para aprobar un plan para el catalán con «medidas de control y posibles sanciones a comercios, bares o restaurantes, entre otros establecimientos, así como premios a aquellos negocios que únicamente usen el catalán».