Cataluña

El Parlament tumba los presupuestos y abre la puerta a un adelanto electoral que complica la legislatura a Sánchez

Los comunes cumplen su amenaza y rechazan apoyar las cuentas de ERC

El Parlament ha tumbado el proyecto de presupuestos de la Generalitat al aprobarse las enmiendas a la totalidad que habían presentado Junts, comunes, PP y Ciudadanos. A Pere Aragonès le ha faltado solo un voto, pero finalmente se ha cumplido lo que habían avanzado los grupos parlamentarios. Los comunes insistían en su negativa a apoyar las cuentas porque el Govern no se comprometía parar el proyecto del Hard Rock, mientras que Junts quería unas rebajas fiscales que Esquerra no estaba por la labor de aceptar.

Una vez que se han devuelto los presupuestos al Consejo Ejecutivo, este se va a reunir esta misma tarde con carácter de urgencia. Lo cierto es que varapalo para Aragonés demuestra la fragilidad de su gobierno, y podría conducir a la convocatoria de lecciones. Se apunta a que podrían celebrarse el 12 o el 19 de mayo, si es que el presidente de la Generalitat decidiera convocarlas hoy. De momento, se reúne el Govern, que aprobará la retirada de la ley de medida fiscales, administrativas y financieras que también se tenía que debatir esta tarde, para evitar otra derrota.

Lo cierto es que no ha habido milagro y ERC solo ha conseguido los votos de los diputados del PSC, y de la diputada del grupo mixto, Cristina Casol, que había pertenecido hasta hace solo unas semanas a Junts. Finalmente, el resultado ha sido de 67 a 68, una votación tan ajustada que el proceso en sí no ha estado exento de polémica.

La presidenta de la cámara, Anna Erra (Junts) decidió posponer las votaciones y hacerlas por la tarde porque faltaba un diputado, el de Vox, Sergio Macián, que no se encontraba en el hemiciclo. Esta ausencia habría provocado un empate que también hubiera permitido que los Presupuestos salieran adelante, porque así lo contempla el reglamento del Parlament. De ahí que los diputados de ERC y de PSC mostraran su discrepancias con la decisión de Erra.

Últimos intentos con comunes y Junts

En ERC lo han intentado todo en las últimas horas para salvar los muebles. Hasta Pere Aragones se reunió con Jessica Albiach, líder de En Comú Podem, a quien le trasladó la última propuesta del Govern: estudiar una moratoria a los macroproyectos por la sequía. Pero los comunes lo rechazan porque no afectaría al Hard Rock. Y es que la zona en la que se tiene que construir, entre Vila-seca y Salou, no está en emergencia. En definitiva, dan un rotundo no a lo que llaman «Las Vegas del Mediterráneo».

Y desde Junts, pedian, para salvar las cuentas, que se introdujeran medidas para reducir la burocracia o en materia de fiscalidad, como la bonificación del 99% del impuesto de sucesiones. Pero para el Govern, mantenerlo es una «línea roja». De ahí que el portavoz parlamentario de Junts, Albert Batet, lanzara un ultimátum a Aragonès:«o hay una propuesta sólida de presupuestos, o le toca convocar elecciones. ¿Qué más le hace falta para ver que no se puede seguir así?».

Posibles elecciones

En cualquier caso, está por ver si el presidente de la Generalitat puede acabar toda la legislatura al verse obligado a prorrogar los presupuestos. Su intención, y así lo ha manifestado siempre, ha sido la de convocar elecciones cuando tocan, en febrero del próximo año. Pero todos los grupos parlamentarios, y en especial los exsocios de Junts, han destacado más de una vez la extrema debilidad del Govern. Aseguran que es imposible gobernar con 33 diputados, y los de Puigdemont le han pedido en varias ocasiones que convoque elecciones.

Algo que deberá estudiar bien ERC, porque tiene sus pros y sus contras, y también puede influir en la legislatura española. Para los republicanos, juega a favor que ya tiene un candidato, que es el propio Pere Aragonès, mientras que deja a Junts todavía sin ese cabeza de cartel tan claro.

Todo dependerá de los efectos de la ley de Amnistía y si el expresidente Carles Puigdemont puede volver a España con ciertas garantías. La idea de Junts es esa, que Puigdemont sea candidato; si no es posible, tiene muchas papeletas el exconsejero Josep Rull, ante la pérdida de peso dentro del partido de la presidenta, Laura Borràs.

El posible adelanto electoral no cogería al PSC en la mejor de las situaciones. Por un lado, porque se desconoce qué efecto puede tener entre su electorado las continuas cesiones al separatismo, especialmente con la ley de amnistía, que, reconocen los socialistas, tienen que saber explicar muy bien. Y además puede jugar en contra la trama de corrupción del caso Koldo, que actuó durante la pandemia, precisamente cuando el líder del PSC y el que sería candidato, Salvador Illa, era ministro de Sanidad.

¿Y qué ganan los comunes con un posible adelanto electoral? En el partido está molestando, y mucho, que el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, no acabe de dar el paso e incorpore a los de Ada Colau al gobierno municipal. En cambio, sí ha llegado a un acuerdo, al menos de presupuestos, con ERC. Y los comunes podrían marcar así perfil propio.

Unas elecciones catalanas a la vuelta de la esquina podrían complicar el panorama a Pedro Sánchez en función del resultado, porque alteraría los intereses de sus socios, en especial de Junts y de ERC.

Y tampoco hay que perder de vista que hay otras negociaciones, en este caso para formar un gobierno de coalición en el Ayuntamiento de Barcelona. También en la capital catalana, PSC y ERC han llegado a un acuerdo, de momento, de presupuestos. Y el socialista Jaume Collboni se resiste, como decíamos, a que el partido de Ada Colau forme parte del ejecutivo municipal. Llevar al límite la tensión y la negociación para los presupuestos es una forma de los comunes para reivindicarse.