Alberto Núñez Feijóo junto a Alberto Fernández y Dolors MonserratEuropaPress

El PP no ve claro a Alejandro Fernández en Cataluña y se enreda con la designación de su candidato

La convocatoria anticipada de elecciones autonómicas es una oportunidad de oro para que el PP salga del hoyo en el que está metido en el Parlament

El PP tras años de ostracismo en Cataluña, superado primero por Cs en 2015 y 2017 y luego por Vox en 2021, en las últimas generales remontó el vuelo y recuperó la pole position entre los partidos constitucionalistas, batiendo a Vox en el Congreso, logrando seis escaños por dos de los de Abascal. En las municipales la rotunda victoria de García Albiol en Badalona, la alcaldía de Castelldefels lograda por Manu Reyes, los cuatro concejales de Daniel Sirera en Barcelona, donde el PP dobló, junto al brillante segundo lugar de Xavi Palau en Lérida, han devuelto al PP catalán un pulso que había perdido.

La convocatoria anticipada de elecciones autonómicas es, pues, una oportunidad de oro para que el PP salga del hoyo en el que está metido en el Parlament, donde solo cuenta con tres escaños y forma parte del grupo mixto. No obstante, la precampaña popular ha empezado de forma tormentosa al abrirse desde el interior del propio PP la caja de los truenos sobre quién debe ser el candidato popular a la presidencia de la Generalitat.

Desde el instante posterior a que Pere Aragonès disolviera el parlamento autonómico empezaron a correr rumores sobre quién sería el candidato del PP, y la negativa de Génova a ratificar la candidatura del actual presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, incrementó la incertidumbre.

El PP mantiene dos debates simultáneos que debe dilucidar en los próximos días. El primero de ellos es sobre la conveniencia o no de cerrar un pacto con Cs al estilo de que firmaron PP y Cs en las elecciones vascas de 2020. A las cúpulas nacionales de PP y Cs el adelanto electoral en Cataluña les pilló negociando un pacto de cara a las elecciones europeas. En medio de las negociaciones se introdujo la carpeta catalana, y aunque fuentes de ambos partidos afirman que el pacto europeo está cerrado al 99 % y que lo que suceda en Cataluña no alterará dicho acuerdo, desde Cs se presiona al PP para que los diputados autonómicos naranjas Carlos Carrizosa, Anna Grau y Joan García ocupen un papel destacado en la candidatura popular por Barcelona.

La importancia de Gerona

El PP ha marcado sus líneas rojas en que las siglas son irrenunciables y quiere rebajar las pretensiones en la lista de Cs. Los estrategas de Génova sostienen que Cs es un partido que en la práctica ya no existe, pero reconocen que tener un competidor menos en su espectro electoral puede reforzar sus posiciones en el Parlament y facilitar la obtención del diputado por la provincia más difícil, Gerona, que además es emblemática al ser la natal de Carles Puigdemont y donde Conxita Veray se quedó a dos centenares de votos de obtener escaño en las últimas generales.

Asimismo, el PP cree que absorber a Cs le permite intentar recuperar una parte de voto socialista que se sienta traicionado por la concesión de la amnistía a los líderes independentistas.

Alejandro Fernández, Alberto Núñez Feijóo, y Daniel SireraEuropa Press

La dirección nacional del PP ha mostrado de forma abierta sus reservas a que Alejandro Fernández encabece la candidatura. Imputan al presidente de los populares catalanes que tiene un discurso propio crítico con la línea de apaciguamiento con el nacionalismo que mantiene Génova 13. En las generales Génova intentó desplazar a Fernández del liderazgo del PP catalán situándolo como número 1 al Congreso por Tarragona, pero este despachó la propuesta con un tweet y dinamitó muchos de sus puentes con Génova.

Si la dirección nacional del partido no ha podido hasta ahora defenestrar a Fernández ha sido porque su oratoria vibrante y sus intervenciones en el Parlament, la última de ellas hablando de «perroflautismo contemplativo», y otras lindezas le han granjeado una gran popularidad entre las bases del PP catalán y los votantes constitucionalistas catalanes. El casting que ha abierto Génova 13 ha provocado una campaña de defensa de Alejandro Fernández que ha incluido el apoyo de la dirección de diversas organizaciones constitucionalistas, como la de los jóvenes universitarios de S’ha Acabat.

En la dirección del PP catalán se ve como una contracción que, por un lado, se hable de catalanismo cordial pero, por otro, la tutela de la dirección nacional del partido sobre el aparato del PP catalán sea tan férrea. Algunas fuentes del PP afirman que Fernández garantiza al PP una campaña de alto voltaje en la que se puede captar mucho voto de Vox, pero consideran que no es un candidato de futuro, dado que «más pronto que tarde habrá que hablar con Junts y para eso no podemos contar con Alejandro».

La candidatura de Dolors Montserrat

Además de Alejandro Fernández, la dirección nacional ve con buenos ojos la candidatura de Dolors Montserrat, que ya apuntó a posible candidata al Congreso por Barcelona en julio, pero entonces, como ahora, la eurodiputada prefiere permanecer en Bruselas, donde juega un papel importante de marcaje de Puigdemont.

El otro nombre que está encima de la mesa es el de Daniel Sirera, el presidente del PP en Barcelona. Está bien considerado por la dirección del partido por la predisposición que mostró a encabezar la candidatura de Barcelona en circunstancias muy difíciles y el resultado logrado, pero Sirera está muy motivado en su objetivo de consolidar al PP en Barcelona y además el independentismo no le perdona que su voto entregara la alcaldía al socialista Collboni en lugar de a Xavier Trias, candidato de Puigdemont.