Antonio López desvela que este año volverá a pintar en Barcelona

Entre los más de 100 cuadros sin acabar que descansan en el estudio del pintor Antonio López hay varias vistas de ciudades, como Madrid, Tomelloso, Sevilla o Barcelona. A esta última volverá este año el artista para terminar sus cuadros, según ha revelado en una entrevista para la agencia EFE. «Necesito esa cercanía con las cosas y la gente», asegura.

«Cuando hay algo que me resulta tentador, voy hacia él y lo comienzo y lo dejo ahí esperando poderlos seguir, pero hay cuadros que no se podrán seguir nunca, se quedarán ahí», explica López. No será así con las piezas dedicadas a Barcelona, ciudad que el año pasado acogió una retrospectiva con obras del célebre pintor, en la Fundació Catalunya La Pedrera.

Retratar la Ciudad Condal se trata, para él, de un viejo sueño, según explicó cuando se expusieron doce de sus obras en el Palau de la Música, en 2018. «Barcelona es una ciudad para ser pintada, pero hasta ahora no he encontrado el emplazamiento», decía entonces.

Sus dudas parecieron resolverse en enero de 2022, cuando instaló su caballete frente al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), un balcón bien conocido por los barceloneses por su espectacular panorámica sobre la ciudad. También empezó otro cuadro junto al Parc Güell, mirando hacia el mar, y una tercera pieza que destacaría la figura de la Sagrada Familia.

'Más allá del realismo'

López participa desde este viernes con dos vistas de la Gran Vía en la exposición Más allá del realismo: Arte figurativo de China y España, en el Palacio Real de Madrid. Se trata de una muestra conjunta de artistas chinos y españoles que reflexiona acerca de cómo ambos grupos han abordado la pintura realista. De los dos cuadros que presenta, uno está inacabado.

«Es que empezar es un placer y cuesta muy poco», destaca en la entrevista. ¿Cómo decide qué cuadro continuar? «Porque el tema me llama o porque me lo hace posible. Si el tema es muy corto, como son unas flores, pues a la semana siguiente ya no hay flores -argumenta-, pero cuando es la calle, pues hay que esperar al año siguiente».