Libros a la venta en el 'stand' de Societat Civil Catalana.El Debate

Crónica

Así se vivió Sant Jordi en la «manzana constitucionalista» de Barcelona: «Esto no es el 11 de septiembre»

Entidades y partidos reivindicaron este 23 de abril que la fiesta del libro y la rosa no es patrimonio del nacionalismo hegemónico

No tenía guión de Goscinny, pero este Sant Jordi el cruce entre la calle Mallorca y la Rambla de Cataluña de Barcelona parecía el inicio de un tebeo de Astérix. El francés empezaba sus álbumes con aquella «aldea poblada por irreductibles galos» que resiste al invasor, y algo similar se respiraba desde primera hora de la mañana en este rincón de la capital catalana. Aquí, un puñado de irreductibles habían levantado sus pabellones para reivindicar que la fiesta del libro y la rosa no es patrimonio del nacionalismo hegemónico.

En concreto, en el cruce entre estas dos vías se alineaban las paradas de Sant Jordi de Societat Civil Catalana (SCC), la Asamblea Nacional de Tabarnia (ANT) y el RCD Espanyol, equipo habitualmente retratado como ajeno al independentismo. Estaban también los stands de Ciutadans y del Partido Popular. Allí el presidente de este último, Alberto Núñez Feijóo, defendió el modelo «constitucionalista y autonomista» de la concordia frente al rupturismo –dijo– de independentistas y PSC.

La carpa de Vox estaba dos calles más arriba, pero a su candidato, Ignacio Garriga, también se le vió paseándose por la «aldea gala», sonriendo y estrechando manos. «Por parte del constitucionalismo está muy bien salir a la calle: hay que dar la cara», aseguraba el periodista geronés Albert Soler, que firmaba en la carpa de SCC su libro Puigdemont. El regreso del Vivales.

Las carpas de Societat Civil Catalana y el Partido Popular, a primera hora.ED

Sant Jordi frente al 11-S

Al comienzo de la Rambla de Cataluña un logo gigante de Òmnium Cultural daba la bienvenida al paseante. Poco más abajo, unos voluntarios independentistas recogían firmas para el manifiesto Protestar no es terrorismo, en apoyo a los investigados por el caso Tsunami, y en el stand de Junts+ un enorme retrato de Puigdemont advertía: «Empiezo la cuenta atrás para el retorno».

Mientras tanto, en la «manzana constitucionalista» –así la bautizó alguno de los presentes– se vivía una curiosa mezcolanza de banderas: en la parada de SCC se regalaban pulseras con la senyera y la rojigualda junto con las rosas y los libros. «Sant Jordi no tiene nada que ver con el 11 de septiembre», advertía la presidenta de SCC, Elda Mata, para quien el 23 de abril es la auténtica fiesta catalana, porque la gente sale a la calle libremente para celebrar la cultura y la naturaleza, y no obligada por «consignas», como hacer una V.

El historiador y autor de Historia mínima de Cataluña, Jordi Canal, se hacía eco de este sentimiento: «Sant Jordi es la gran fiesta de Cataluña, y no el 11-S, que lo han tomado los nacionalistas», reflexionaba el autor, que firmaba en la caseta de SCC su libro Dios, patria, rey. Coincidía Soler: «Me gusta mucho Sant Jordi porque aún no se lo ha apropiado el lazismo, tal vez porque independentismo y cultura no casan».

Personalidades contra el nacionalismo

A lo largo del día, desfilaron por el cruce personalidades como el historiador e hispanista Marcelo Gullo, el director de El Catalán Sergio Fidalgo o el filósofo Fernando Savater, que recibió por la tarde el II Premi Sant Jordi de SCC por su contribución a la cultura y su defensa de los derechos y libertades de todos los españoles. «Me he tomado con mucho amor y mucho arrebato volver a esta fiesta tan entrañable», decía el autor de Carne gobernada en un vídeo de X publicado por la entidad.

Por la mañana, el ex vicepresidente del Parlamento Europeo Alejo Vidal-Quadras firmaba libros en el stand de ANT y se hacía fotos. «Es muy agradable, estoy recibiendo muchas muestras de ánimo y de afecto tras el atentado», señalaba el ex político, en un Sant Jordi celebrado a las puertas del arranque de la campaña electoral en Cataluña. «Estas elecciones van a ser un problema para el partido socialista», destacaba, señalando la disyuntiva que se le puede presentar a los socialistas en caso de que tengan que pactar con Puigdemont.

Firma de libros de Alejo Vidal-Quadras, en el 'stand' de ANT.ANT

Sobre la relación entre PP y Vox, Vidal-Quadras llamó a la colaboración: «Lo que han de hacer todos los constitucionalistas es trabajar juntos», insistió. Una suma de fuerzas que empezó a escenificarse entre libros y rosas este 23 de abril, en la «aldea gala» de Mallorca con Rambla de Cataluña.