Carlos Puigdemont pasa revista a los Mossos cuando era presidente de CataluñaAFP

Pánico en ERC a que Puigdemont regrese a España antes de las elecciones y sea detenido por los Mossos

La vuelta del prófugo capitalizaría la campaña electoral antes de acudir a las urnas y Junts lo aprovecharía para asimilar a ERC con PP y PSC

El conseller de Interior de la Generalitat de Cataluña, el ex socialista hoy en las filas de ERC Joan Ignasi Elena, acudió el pasado lunes a una entrevista en RTVE y tuvo que enfrentarse a la peor pesadilla de los estrategas de campaña de Esquerra: «¿Detendrán los Mossos a Carles Puigdemont en caso de que este ponga un pie en España?». La pregunta de Gemma Nierga no pilló desprevenido al jefe político de los Mossos, dado que existe la posibilidad de que Puigdemont regrese y que la Policía autonómica, ejerciendo sus funciones de policía judicial, proceda a la detención del candidato de Junts. Es un escenario que el cuartel general de los de Aragonès y Junqueras no descarta y ante el que no saben cómo reaccionar.

Los rumores de regreso de Puigdemont a pocos días de las elecciones para capitalizar así el tramo final de la campaña son cada vez más insistentes. En ERC saben que, al igual que sucedió con la ex consejera Clara Ponsatí cuando regresó a Barcelona, si Puigdemont pone un pie en España será detenido para declarar y después será puesto en libertad.

Se podría dar la paradoja de que Puigdemont pasara de no poder pisar España a no poder salir de ella porque le fuera retirado el pasaporte para evitar su fuga. Pero, en todo caso, los republicanos, por boca de su consejero de Interior se han apresurado a decir que desde el Govern no se puede «evitar la detención de Puigdemont». «Ni siquiera sabríamos si el juez ha dado la orden de detención dado que esa información no pasa por mi mesa».

Fuentes de Junts apuntan a que el regreso anticipado de Puigdemont a España no solo les permitiría capitalizar las horas finales de la campaña, dando un golpe sobre la mesa y rompiendo la estrategia de todos los partidos, sino que además supondría un descabello para ERC, a la que desde Junts podrían acusar de ser parte del «aparato represor del Estado» al plegarse a las órdenes del juez Llarena y detener a Puigdemont.

Las encuestas, entre ellas la que publica este jueves El Debate, señalan que Junts entra en campaña en ascenso y ERC, en cambio, apunta a la baja con una tasa de fidelidad muy baja. Para Aragonès, la campaña que Junts pondría en marcha asimilándolos al PSC o el PP en caso de que los Mossos practicaran la detención de su candidato, sería un incendio inapagable a pocas horas de la cita con las urnas y temen que tendría para ellos un elevado coste electoral.

La dirección de Junts ha dejado la decisión anticipar su regreso a España en manos de Puigdemont, pero la estrategia de campaña que dirige Albert Batet ya prevé esta opción como una de las variables. Es posible que la evolución de la campaña, que afronta su primer debate este viernes, marque la decisión final del prófugo candidato.

Mientras, ERC cruza los dedos para que la fama de cobarde que acompaña a Puigdemont se confirme y el temor a pasar unas horas en el calabozo frenen su impulso de regresar. Así evitarían la imagen de los Mossos metiendo al líder de Junts en un coche patrulla camino del Tribunal Supremo para declarar.

Efectivamente, el Gobierno catalán no puede impedir la actuación de los Mossos si es requerida por el juez, pero la foto de Puigdemont detenido por la Policía autonómica bajo dirección política de un consejero de ERC sería un bache insalvable para un Aragonès ya muy debilitado y un balón de oxígeno, casi definitivo, para un Puigdemont que, una vez ha dejado atrás a ERC en las encuestas, entra en campaña buscando el golpe maestro que le permita recortar distancia con Illa.