Crónica
La hora del periodismo luminoso
Frente a la manipulación y las mentiras, ‘El Debate’ estrena delegación en Cataluña con el objetivo de mostrar la verdad y recuperar la «realidad luminosa» tantas veces ocultada
Para el escritor Ignasi Agustí, la singular ventana ovalada que define el exterior del Círculo Ecuestre es «la pecera de la ciudad». Desde dentro del palacete modernista, esta ventana se convierte en un balcón privilegiado desde el que observar la realidad. Un marco único en la vida cotidiana de Barcelona que, además, deja entrar con generosidad la luz del sol.
Visto así, no es de extrañar que la presentación de la nueva delegación de El Debate en Cataluña tuviera lugar, precisamente, en la sede del Círculo Ecuestre. En su intervención, el director del periódico, Bieito Rubido, trazó las líneas maestras de esta delegación: como la pecera, la nueva edición quiere abrirse a la ciudad y a toda Cataluña, y mostrar una «realidad luminosa» a veces oculta, u ocultada.
«Hay que contar Cataluña de otra manera», señalaba Rubido este jueves, dando el pistoletazo de salida en la comunidad a una nueva forma de contar lo que ocurre en Barcelona, Lérida, Tarragona y Gerona, tanto a los catalanes como a nuestros vecinos en el resto de España. Como respuesta, asentimientos, aplausos, sonrisas: dentro del Círculo Ecuestre parecía confirmarse aquel lema de hace ya tres años. «El Debate hacía falta».
Luz del Mediterráneo
Luminosa fue también –esta vez con la luz que se refleja en las olas del Mediterráneo– la intervención del empresario Daniel Puig, presidente del comité ejecutivo de Barcelona Capital Nàutica. Hombre clave en haber traído a la capital catalana la Copa América, que se celebrará a partir de agosto, Puig se erigió en representante de la sociedad civil catalana y del sentido común.
«Me quejaba mucho de que en aquellos años difíciles –explicó, en referencia elíptica al procés independentista– Barcelona se estaba quedando atrás respecto a Madrid… pero mi mujer me dijo: ‘Si no vas a hacer nada, deja de quejarte’». Dejó de quejarse, se arremangó y ha conseguido que la Condal sea la única ciudad del mundo en haber acogido los tres principales eventos deportivos a nivel mundial: los Juegos Olímpicos, la Copa Mundial de Fútbol y la Copa América.
De nuevo, asentimientos, aplausos, sonrisas. Flotaba en el aire del Ecuestre la sensación de que ahí se había tocado hueso. Entre copas de cava y canapés, lo mismo. Apretones de manos, intercambio de tarjetas, promesas de futuras llamadas. Una nueva maquinaria periodística se pone en marcha en Cataluña como respuesta a esa necesidad de apartar las quejas y hacer algo.
¿El qué? En pantalla, Antonio Rebollo encendía con una flecha el pebetero. Cerca de la pecera, Rubido lo resumía: «Queremos que el resto de España, a través de El Debate, tenga otra visión de Barcelona y de Cataluña, y recuperar aquella imagen de las Olimpiadas del 92». Una imagen, desde luego, luminosa.