El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús MonteroEuropa Press

Elecciones en Cataluña

Los socios independentistas de Sánchez le acusan de españolizar la campaña

Las reacciones de los partidos catalanes al gesto del presidente del Gobierno oscilan entre la virulencia y la aceptación

La agenda electoral de este lunes se vio alterada por la comparecencia de Pedro Sánchez y por el fallecimiento de la madre de Carles Puigdemont. Una vez Sánchez desojó la margarita, sobre lo que posiblemente jamás tuvo dudas, las reacciones de los diversos lideres políticos catalanes se sucedieron en cascada.

Las críticas más contundentes salieron de ERC. Los hasta hace poco fieles aliados del sanchismo son ahora los más críticos más feroces del presidente del gobierno. La primera reacción vino de Gabriel Rufián que tacho a Sánchez de «frívolo» y lo acusó de «quedarse sin hacer nada».

Para que el distanciamiento, durante la campaña, entre ERC y el PSC quedara patente, pocos minutos después del portavoz republicano en el Congreso salía a la palestra el candidato a la reelección, Pere Aragonès. Acusaba a su socio de «jugar con los sentimientos de la gente» y quiso dejar claro su disgusto con Sánchez al afirmar que «hemos asistido a una comedia. Se ha utilizado la empatía y la solidaridad que tenemos cuando alguien sufre los ataques de la extrema derecha para llevar a cabo un acto electoral de cinco días».

Aragonés remató su intervención tachando la actuación de Sánchez durante los últimos días de «cortina de humo». Oriol Junqueras, siempre por libre, fue más suave con Pedro Sánchez y se limitó a decir que «habría sido una desproporción enorme dimitir por una denuncia de Manos Limpias».

«Grave irresponsabilidad»

En Junts per Catalunya, con la agenda de campaña alterada por el fallecimiento de la madre de Puigdemont, fue su secretario general, Jordi Turull, el que tomó posición en relación a la decisión de Sánchez de seguir en el poder. Turull consideró que «es una grave irresponsabilidad utilizar las emociones sobre el sufrimiento que supone el acoso mediático indigno para hacer tacticismo electoral e interferir en las elecciones catalanas».

Para los neoconvergentes, la campaña electoral catalana es un tema de estricto orden interno y la participación de líderes políticos de otros lugares de España es vista como una intromisión.

En la misma línea de Turull habló la candidata de la ultra radical CUP, Laia Estrada, quien denunció «la injerencia política del PSOE en las elecciones catalanas».

Sin críticas

Mucho más complacientes con el secretario general del PSOE fueron los líderes catalanes de UGT y CC.OO, Camil Ros y Javier Pacheco, que consideraron la decisión de Sánchez «acertada y coherente». En la misma línea acrítica habló la candidata a la presidencia de la Generalitat de los Comuns-Sumar, Jessica Albiach, que aprovechó para pedir la renovación del CGPJ.

Como no podía ser de otra manera, el candidato socialista, Salvador Illa, cree que la decisión de Sánchez «es la mejor noticia para Cataluña». Tras la ronda de entrevistas que Sánchez está dando en los medios de comunicación nacionales, el PSC está preparando un gran acto que sirva a la vez como homenaje a Sánchez y de campaña para Illa. Los socialistas catalanes han lanzado las campanas al vuelo tras ver el sondeo flash de Tezanos que catapulta al PSOE.

Entre las reacciones políticas ha destacado la de Pablo Iglesias, colaborador de RAC1, la emisora del grupo Godó. Iglesias no se cortó al afirmar en el programa matinal líder de la radio catalana, El Món a RAC1, que «Sánchez ha hecho el ridículo. Hacer una jugada como esta y tener el país en suspenso para, básicamente, no decir nada se le puede volver en contra. En política, la línea entre la solemnidad y el ridículo es, a menudo, estrecha». El partido del exlíder de Podemos ni tan siquiera concurre a las próximas elecciones del 12 de mayo.