Los candidatos del 12-M en el debate organizado por La Sexta.

Elecciones en Cataluña

El debate en La Sexta apunta a bloqueo y repetición electoral por la negativa de los candidatos a pactar

La cita televisiva se convirtió en un ensayo, con fuego real, del último asalto que tendrá lugar hoy en TV3

El segundo debate electoral de la campaña del 12-M, en La Sexta, tuvo un formato poco encorsetado que facilitó el intercambio de golpes entre los candidatos y se convirtió en un ensayo, con fuego real, del último asalto que mantendrán los candidatos hoy martes en la televisión autonómica TV3.

Uno de los aspectos más llamativo del debate ha sido que se ha realizado en lengua española, al ser para un canal nacional, cosa que incomodó a Aragonés y Rull, y que, en ocasiones, puso de manifiesto las limitaciones en el uso del castellano de ambos candidatos.

La CUP no participo en el debate con su cabeza de lista, sino con Laura Vega, que pasó absolutamente desapercibida. Por su parte Junts, ante la imposibilidad de que el fugado Puigdemont participara, repitió, como en el debate precedente de RTVE, con Josep Rull.

Illa, empezó el debate echando marcha atrás en relación a su anunciada disponibilidad a pactar con Junts y hizo un «donde digo digo, digo Diego». Los candidatos parecieron apuntar a un bloqueo las tras las elecciones del domingo dado que ninguno se mostro abierto a pactar con otro. A lo largo de todo el debate a Illa se le percibió entre malhumorado y con ganas de que el debate pasará rápido, como si la campaña se le estuviera haciendo larga.

El candidato del PP, Alejandro Fernández, se lanzó a por Illa y a por el representante de Junts, acusando al primero de estar al servicio de Pedro Sánchez y al segundo de querer volver a llevar a Cataluña a 2017. Illa intento responder vinculado al PP a VOX, pero esa dinámica en Cataluña no funciona igual que a nivel nacional, y Rull saco a relucir al exministro del interior Jorge Fernández Díaz y al ex comisario Villarejo.

El debate sobre el agua, la sequía y la conexión entre la cuenca del Ebro y la del Ter-Llobregat repitió la mayoría de la sanchosfera en Madrid con el PSC, Junts, ERC, Comunes y la CUP contraria a la conexión de cuencas, pero dicha mayoría se rompió cuando empezó el debate fiscal en el que Junts se alineó parcialmente con las tesis de VOX, Cs y PP.

Inmersión lingüística

El tema de la inmersión lingüística en catalán tardo 45 minutos en salir a colación en el debate y lo hizo de la mano del candidato de VOX, Ignacio Garriga, que pidió al candidato socialista si garantizaría la libertad de elección de lengua en la escuela. Paradójicamente la respuesta le vino de Aragonès y no de Illa.

La fuga de Puigdemont tardó 90 minutos en entrar en debate y lo hizo de la mano de Carlos Carrizosa de Cs pero nadie se enganchó, sorprendentemente, al tema y la moderadora, Ana Pastor, ante la extrañeza de que nadie hubiera tocado el tema introdujo el debate de la autodeterminación y la amnistía en el tramo final del debate.

En ese tramo final Carrizosa consiguió confrontar con Rull y tuvo su momento más brillante reivindicando la historia de Cs. Illa manifestó su comprensión hacia los que están en contra de la amnistía y se posicionó en contra del referéndum. En este tema, los socios de gobierno en España, PSC y Comunes, mostraron sus diferencias dado que los de Albiach y Colau defendieron un referéndum de autodeterminación.

En el minuto de oro el PP pidió el voto para acabar con el procès, Illa pidió el voto para evitar el bloqueo y poder gobernar. Por su parte el candidato de Junts sorprendió a todos pidiendo el voto a los llegados de otros lugares y a sus hijos. Al aún presidente Aragonès quizás le traicionó el subconsciente y se presento como tercera vía entre el PSC y Junts. Ignacio Garriga de VOX apeló a la libertad y la seguridad, el candidato de Cs pidió a aquellos que ponen a Sánchez y Feijóo al mismo nivel.