Crónica política
El consejero de Empresa Roger Torrent podría desafiar a Junqueras por el liderazgo en ERC
El político estaría calibrando sus fuerzas para presentarse al congreso previsto en noviembre
Las aguas bajan turbulentas en ERC. Primero fue el presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonés, el que anunció su retirada de la política. Luego le siguió la secretaria general, Marta Rovira, huida a Ginebra para no rendir cuentas ante la justicia e investigada por su presunta implicación en Tsunami Democràtic, la que hizo público que daba un «paso al lado», el eufemismo de los políticos para anunciar que tiran la toalla.
Sergi Sabrià, portavoz de ERC y asesor áulico de Aragonés también ha anunciado el fin de su actividad política. Solo el presidente de ERC, el inhabilitado Oriol Junqueras, ha decidido seguir al frente del partido hasta después de las elecciones europeas, y luego dimitir con el objetivo confeso de volver.
Las diferencias entre el entorno de Aragonés y Junqueras eran vox pópuli desde hacía tiempo. El equipo del presidente cada vez que Junqueras hacía una declaración altisonante salían al paso afirmando: «Ya sabes, son cosas de Oriol».
Rovira y Junqueras
En cambio lo que hasta hace pocos días no había trascendido eran las diferencias entre Rovira y Junqueras. El hecho de que la primera renuncie a seguir en la dirección del partido y el segundo pretenda ser ratificado pone de manifiesto que sus caminos hace tiempo que siguen caminos divergentes.
Fuentes cercanas a ERC apuntan a que Rovira se inclina por ceder sus escaños a Puigdemont para que este pueda intentar la investidura. Mientras, Junqueras no quiere ni oír hablar de esta posibilidad, y prefiere que ERC facilite la investidura a Salvador Illa (PSC).
Marta Rovira destacó en otoño de 2017 como la líder más radical en defensa de la declaración unilateral de la independencia. Sus declaraciones al borde del llanto afirmando que «nunca tiraremos la toalla» o los testimonios que relatan sus gritos por los pasillos del Palau de la Generalitat cuando Puigdemont insinuaba que podía convocar elecciones en lugar de declarar la independencia unilateral ya forman parte de la histriónica historia política reciente de Cataluña.
Ahora parece que permanecerá en Ginebra a la espera de que la amnistía pactada entre Pedro Sánchez y Puigdemont, le permita volver a su Vic natal sin rendir cuentas ante la justicia.
El «obstáculo» Torrent
En este contexto de estampida podría parecer que Junqueras tenía el camino expedito para volver a ocupar la más alta instancia republicana, pero muchas fuentes dentro de ERC y en el entorno del aparato del Gobierno –ahora ya en funciones– apuntan a que el actual consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, estaría calibrando sus fuerzas para presentarse al congreso de ERC previsto para el próximo 30 de noviembre.
Torrent fue presidente del Parlamento catalán en la legislatura anterior, entre 2018 y 2021 y esta legislatura al frente de la consejería de empresa ha tenido un mandato exento de sobresaltos, en comparación a las huelgas que han sufrido sus colegas en Educación o Agricultura, o los problemas de la consejería de Justicia.
A pesar de su mandato plácido, Torrent no formó parte de las listas de ERC, en lo que pareció una depuración del entorno de Aragonés con el que en 2017 y 2021 había disputado el liderazgo en substitución de Junqueras, condenado e inhabilitado.
Torrent llego a ser la figura visible que representó a ERC en el debate de TVE en las elecciones diciembre de 2017 ante la imposibilidad de que Junqueras acudiera al debate, por estar en aquel momento en prisión preventiva.
Una alternativa nueva
La exclusión de Torrent de las listas parecía, antes del día de las elecciones, el fin de la carrera política del aún consejero, pero ahora, tras la debacle electoral, Torrent aparece a los ojos de muchos militantes de ERC como una alternativa nueva a un equipo dirigente desgastado y rechazado por el electorado.
La decisión de Torrent de disputar el liderazgo a Junqueras no está tomada, dado que ERC es un partido asambleario y, en consecuencia, imprevisible. Y, aunque Junqueras acumula muchas criticas en voz baja, aún no hay ningún dirigente que se haya atrevido a cuestionarle en público. El temor a ser acusado de competir con una víctima de la «represión del estado» condiciona la decisión de Torrent de dar un paso al frente.
En todo caso el consejero no tomará una decisión definitiva hasta ver si ERC pacta con el PSC, y si ese acuerdo implica mantener consejerías o es un mero apoyo para la investidura.
Para Torrent la decisión tiene también implicaciones personales, no obstante. En 2011 y 2015 fue elegido alcalde de Sarriá de Ter, municipio donde residía Puigdemont con su familia antes de que este huyera a Bélgica tras declarar unilateralmente la independencia.