Los MIR no quieren quedarse en Cataluña

El panorama de la sanidad en Cataluña no es halagüeño. A los recortes de los últimos años, y que está costando revertir, hay que sumar la falta de médicos. Una situación que se va a agravar más en los próximos años. Se jubilarán hasta nueve mil facultativos de la generación del baby boom para los que no hay repuesto. Y por si esto fuera poco, se ha conocido una encuesta del sindicato Médicos de Cataluña, (MC), que refleja que siete de cada diez médicos internos residentes (MIR) que se están formando en Cataluña se plantean irse de esta comunidad autónoma cuando consigan la especialidad. Pero es que un 39 % no se ve trabajando en el sistema sanitario público de aquí a diez años.

Es cierto que se trata solo de una encuesta, que eso no implica que todos acaben dejando Cataluña ni el sistema de salud público, pero sí muestra una tendencia «creciente y preocupante», en palabras del secretario de residentes y jóvenes facultativos del MC, Alex Mayer, ¿Cuál es el principal problema? La carga de trabajo, que el 68 % de los MIR considera «abrumadora o muy abrumadora», y que para el 81 % de los encuestados superan las 48 horas semanales.

La encuesta también recoge que un 40 % de los médicos residentes asegura que no puede realizar el mínimo legal de 36 horas semanales de descanso ininterrumpido; y el 18 % dice que ni siquiera tiene asegurado el descanso de doce horas entre el final de una jornada y el inicio de la otra. Y también tres de cada cuatro tiene problemas para conciliar la vida laboral y la personal. De ahí que un tercio de los MIR se hayan planteado dejarlo por salud mental.

Marc Albiol es residente de tercer año. Deja claro que todos tienen vocación y son conscientes de que están en una etapa de aprendizaje, pero también apunta a que «tenemos vida y proyectos personales. Además, vemos la sobrecarga de los adjuntos, que no es inferior a la nuestra».

Y todo esto lleva a una situación de «estrés y malestar emocional por no llegar a todo», en palabras de Mercè Gil, residente de cuarto año, que también apunta a otros de los caballos de batalla de los MIR: las guardias de 24 horas. Gil deja claro que «trabajar 24 horas seguidas no solo es agotador física y mentalmente, sino que supone un riesgo para los pacientes, porque de ninguna manera puedes tener las mismas capacidades después de 18 ó 20 horas trabajando sin cesar».

Estatuto MIR

Para este sindicato, la encuesta es un «toque de atención al Departamento de Salud», porque el sistema, en Cataluña, no es capaz de retener el talento en un contexto de déficit de facultativos que afecta a 33 de las 49 especialidades médicas reconocidas en el Estado. Y es que la última convocatoria MIR también ha reflejado que esta comunidad autónoma no es atractiva para formarse, hasta el punto de que se ha saldado con un récord de 22 plazas vacantes en Cataluña, a las que hay que sumar las renuncias, que el año pasado fueron 48.

Por este motivo, piden que se cree el Estatuto MIR de Cataluña, un nuevo marco de relaciones laborales, profesionales y formativas para los residentes que garantice unas condiciones «dignas y equitativas» en todas las unidades docentes catalanas en aspectos primordiales para los jóvenes facultativos como son la jornada de trabajo o el derecho a la conciliación, entre otros. Este Estatuto hará más «segura, atractiva y motivadora», dicen desde el sindicato, la formación médica especializada en Cataluña y «contribuirá a la fidelización de los profesionales al sistema».