El laberinto catalán
PSC y Junts darán a ERC la presidencia del Parlament para intentar obtener su voto en la investidura
Los republicanos, un partido con dos almas, se debaten entre las dos mitades que conforman su electorado
La campaña europea es una cortina de humo perfecta para que los partidos catalanes puedan mantener conversaciones discretas sobre el futuro político de Cataluña.
Ni políticos ni periodistas, que siguen la vida parlamentaria, tendrán descanso, dado que la sesión de constitución del nuevo Parlamento catalán se ha convocado para el lunes 10 de junio, cuando el recuento de las elecciones europeas del día anterior en la práctica ni habrá culminado.
La elección de la mesa del Parlamento y, en especial la presidencia, es muy importante, dado que es el presidente del Parlamento quien fija las fechas de las sesiones de investidura y quién es el candidato a la presidencia.
Tradicionalmente las alianzas que sirven para elegir la mesa preconfiguran pactos de investidura, tal como sucedió en la elección de Francina Armengol, quien contó con los apoyos de todos aquellos que –a posteriori– fueron socios de investidura de Pedro Sánchez. No obstante, en Cataluña la política siempre es más compleja y los acuerdos de hoy no tienen porque ser válidos mañana.
Un partido con dos almas
Socialistas y Junts se disputan el favor de ERC. Los republicanos son un partido de dos almas, con una parte del electorado que prioriza el independentismo y otra con un acento más izquierdista que identitario. Ahora están en la incómoda circunstancia de tener que elegir entre facilitar la presidencia de Illa o abrazarse a Puigdemont. La ocasión anterior en la que estuvieron en tal tesitura, allá por 2003, optaron por los socialistas.
Mientras ERC desoja la margarita de unas negociaciones dirigidas desde Ginebra por la prófuga Marta Rovira, las conversaciones para formar la mesa avanzan. Tanto socialistas como Junts ya han ofrecido la presidencia a ERC, con el objetivo de atraerlos hacia su verdadero objetivo, que no es otro que lograr la investidura.
La actual mesa está presidida por Junts y, además, cuenta con representación de ERC, el PSC y la CUP. Vox quedó excluida del órgano de dirección parlamentario, a pesar de tener más escaños que la CUP. Ahora podría conformarse una mesa dirigida por ERC con el PSC, Junts, y los Comunes, dejando fuera al PP y a VOX.
Sin Junqueras, inhabilitado, y con Aragonés fuera del Parlamento por su renuncia recoger el acta, la presidencia podría recaer en la vicepresidenta en funciones, Laura Vilagrà o en Josep Maria Jové, pendiente de juicio por su implicación en el referéndum ilegal del 1 de octubre.
Los otros pesos pesados del partido que cuentan con escaño como los consejeros en funciones, Joan Ignasi Elena, Ester Capella o incluso Carles Campuzano parecen reservados para ocupar la presidencia y portavocía del grupo parlamentario republicano respectivamente.
Calendario
El presidente que salga elegido el 10 de junio deberá convocar un primer pleno de investidura para el 25 de junio como fecha tope, y es ahí donde ERC deberá empezar a enseñar sus cartas, porque tanto Illa como Puigdemont han manifestado su voluntad de intentar ser investidos, pero es el presidente del Parlamento el que, tras la ronda de consultas, decidirá quien tiene más posibilidades de ser elegido presidente y, por lo tanto, al primero que convoca.
Excepto en el caso de que ERC manifestara de forma inequívoca que sus diputados se decantan por Pugidemont el primero de los candidatos que afrontaría el pleno de investidura será Salvador Illa, al ser la fuerza más numerosa de la cámara autonómica.