Historias de Cataluña
El vínculo entre Montserrat, una ópera mística y la obsesión nazi con el Santo Grial
La presión del nacionalismo catalán y un error en la Enciclopedia Británica llevaron a Himmler hasta Cataluña
Lohengrin, la célebre ópera de Richard Wagner, se estrenó en el Liceo en 1883: una obra romántica que sentó las bases del simbolismo místico. Dado que Lohengrin es, ya de por sí, una ópera llena de simbolismos, los intelectuales catalanes los adaptaron a hechos claves de la historia de Cataluña.
Para explicar el carácter mítico de la raza catalana, centrémonos en el acto tercero, escena tercera, donde Lohengrin explica quién es y de dónde viene en el aria In fernem Land.
En el texto hay tres aspectos del simbolismo mítico catalán. El primero es el lugar mágico donde está la Orden del Santo Grial: la montaña de Montsalvat, que se transformó en Montserrat.
Así lo escribe Robert Hughes en su libro dedicado a Barcelona: «Uno de los éxitos de la temporada de ópera del Liceo en 1900-1901, cuando se iniciaban las obras en el Parque, fue la ópera Hänsel und Gretel de Engelbert Humperdinck, traducida al catalán con el título Ton i Guida por el amigo de Gaudí Joan Maragall. Probablemente Gaudí conoció a Humperdinck, que fue profesor de música en el conservatorio del Liceo en 1886. Pero es seguro que, como todo el mundo en aquellos círculos, sabía que Humperdinck había colaborado en Parsifal con el divino Richard Wagner, quien había situado el escondite del Santo Grial en Cataluña».
Montserrat y el castillo de Montsalvat
Pues bien, la montaña de Montserrat pasó a ser un lugar clave dentro de la historia cultural catalana y –¿por qué no?– el centro donde se originó la identidad nacional catalana. La influencia de los intelectuales catalanes y Montserrat fue tal que la Enciclopedia Británica, en su edición de 1911, aseguraba que Montsalvat y Montserrat eran lo mismo. En la edición de 1928 se rectificó el error.
El origen de Montsalvat lo encontramos en el poema medieval Percival. Wagner se inspiró en él para escribir las óperas Parsifal y Lohengrin. Antes de Wagner, Chrétien de Troyes y Wólfram von Eschenbach habían usado ese tema. El castillo de Montsalvat es una figura poética imaginativa, y por lo tanto la idea que Montserrat fuera el Montsalvat wagneriano cae por su propio peso.
Ahora bien, en una época donde se buscaba una identidad propia, esta imagen conmovió a una sociedad carente de tradición o de leyendas tradicionales mitológicas. También se buscaron simbologías en otras montañas emblemáticas de la Cataluña medieval, como el Montseny y el Canigó, pero Montserrat permaneció, sin discusión alguna, como el origen de la identidad nacional catalana.
Nazis en Montserrat
El 1 de julio de 1935, Heinrich Himmler fundó la Ahnenerbe, la «Sociedad de estudios para la historia antigua del espíritu». Este departamento de las SS fue creado por Himmler para llevar a cabo tres objetivos principales. El primero, investigar el alcance territorial y el espíritu de la raza germánica; el segundo, rescatar y restituir las tradiciones alemanas, y el tercero, difundir la cultura tradicional alemana entre la población.
La confusión histórica y la Enciclopédica Británica hizo creer a Himmler que Montsalvat y Montserrat eran lo mismo, y que en la montaña catalana se guardaba el Santo Grial. Así se lo aseguraban los estudios llevados a cabo por la Ahnenerbe. Según este estudio una antigua canción folklórica catalana hablaba de «la mística fuente del agua de vida» oculta en el castillo original sobre el que se edificó la Abadía.
Aquella fuente de vida era el Santo Grial. Esta canción folklórica es el Virolai con letra de Jacinto Verdaguer y música de Josep Rodoreda, que reza, traducido: «Mística fuente del agua de la vida, / manad del cielo al corazón de mi país; / dones y virtudes dejadle por florida, / hacedla, por favor, vuestro paraíso».
Cuando Himmler fue a Montserrat para llevarse el Santo Grial, los monjes benedictinos quedaron desconcertados. El padre Andreu Ripoll Noble, el único que hablaba alemán, le aseguró a Himmler que ahí no se conservaba el Santo Grial, al menos nunca había oído hablar de que estuviera escondido en Montserrat.
Esta visita a Montserrat tuvo lugar el 23 de octubre de 1940. El abad Escarrer se excusó, y lo recibieron tres monjes. La excusa de Escarrer era no hablar alemán. El estudio que concluía que, supuestamente, Wagner en la ópera Parsifal revela que el monte Montsegur estaba cerca de los Pirineos lo llevó a cabo Otto Rahn. Este también fantaseó diciendo que en la Abadía había túneles y pasadizos secretos.
Himmler le pidió al padre Ripoll los escritos relacionados con el Sant Grial. Este no se negó a entregárselos, simplemente le dijo que nada había en la Abadía referente a ese asunto. Le enseñaron la imagen de la Virgen de Montserrat «La Moreneta», comentándole que era tradición besarla. Himmler no lo hizo.
Al día siguiente Himmler se marchó a Alemania frustrado por no haber encontrado el Santo Grial. El escritor y aficionado al esoterismo Otto Rahn fue una de las personas más influyentes dentro de la Ahnenerbe. Miembro del Partido Nacionalsocialista y Obersturmführer de las SS, su figura está asociada a las creencias esotéricas del ocultismo nazi extensamente difundidas en dicho cuerpo militar.
Su interés por el catarismo hizo que el 13 de marzo de 1939, fecha cercana a la caída de Montségur, se suicidara en las montañas cercanas a Söll, en el Tirol austríaco.