El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.Europa Press

Política

ERC y Junts aceptarán el voto a distancia de Puigdemont, desobedeciendo al Constitucional

Los dos partidos, que tienen mayoría en la Mesa de Edad, permitirán votar a los diputados fugados de Junts

ERC y Junts ya habrían acordado aceptar el voto a distancia de los diputados fugitivos Carles Puigdemont y Lluís Puig en la sesión de constitución del Parlament. Según adelanta El Español, ambas formaciones han pactado aceptar esta tarde que los parlamentarios de Junts puedan votar desde fuera de España, contraviniendo los criterios del Tribunal Constitucional (TC).

El acuerdo entre los dos partidos independentistas supone un desafío al Constitucional, ya que este anuló la semana pasada la decisión tomada por la Mesa del Parlament durante la pasada legislatura que permitía el voto telemático de Puig. Expertos juristas consultados por El Debate confirmaban que esta decisión pretende sentar un precedente legal para orientar la legislatura que comienza este lunes.

A día de hoy hay tres diputados fugados: los citados Puigdemont y Puig, y un tercero, el diputado de ERC investigado en el caso Tsunami Ruben Wagensberg. De todas maneras, el caso de este último es distinto, ya que se encuentra oficialmente de baja laboral y el reglamento del Parlament sí le permite votar a distancia en esta situación.

Mesa de Edad

La decisión de permitir o no el voto telemático de los diputados catalanes corresponde a la Mesa del Parlament, el órgano rector de la cámara que se constituirá este lunes, en la sesión plenaria que arranca a las 16 horas. No obstante, la coordinación de esta primera sesión –y por tanto, la decisión sobre el voto de Puigdemont y Puig– recae en un órgano provisional llamado Mesa de Edad.

Esta está formada por el diputado más mayor y los dos diputados más jóvenes, que en esta ocasión son, respectivamente, Agustí Colomines (Junts), de 66 años; Júlia Calvet (Vox), de 23, y Mar Besses (ERC), de 25. El acuerdo entre Junts y ERC, por tanto, supone hacer valer la mayoría independentista en la Mesa de Edad, y por tanto controlar la decisión.